Numerosas familias de Gipuzkoa se muestran dispuestas a acoger de urgencia a niños de Ucrania

CHERNOBIL ELKARTEA, A LA ESPERA DE UN CORREDOR HUMANITARIO PARA HACER LLEGAR AYUDA Y SACAR A LOS MENORES FONDOS

Diario de noticias de Gipuzkoa, ARANTXA LOPETEGI , 03-03-2022

La Asociación Chernobil está recibiendo estos días numerosas llamadas de familias que están interesadas en acoger “de urgencia” algún niño o niña de Ucrania en sus hogares.

Pero, de momento, explican desde la asociación “poco más podemos hacer que agradecerles su interés y tomarles los datos, por si finalmente podemos sacar a los niños, a los que vienen siempre y, a ser posible, a muchos más”.

La preocupación es mayúscula en el seno de la asociación donde “cada noticia que llega es casi peor que la anterior”. Aunque su deseo es poder sacar de Ucrania a los niños y niñas que participaban en el programa de acogida y “si se puede a sus hermanos y hermanas o primos”, todo está en el aire.

“Se tendría que generar un corredor humanitario para poder sacarlos y eso depende de Rusia y de Ucrania”, apuntan.

De ahí que a las familias que les muestran su disponibilidad e interés por acoger a los menores ucranianos poco, o nada, les puedan garantizar o definir. “Les tomamos los datos y esperamos que sea para algo, que podamos traer a los niños”, insisten en este sentido. Esta forma de proceder “nada tiene que ver con lo que se hace habitualmente”, pero las terribles circunstancias actuales no permiten mayor concreción.

Lo que sí han puesto en marcha es una campaña de recogida de fondos en la cuenta ES62 2100 6491 1222 0003 6970. Todavía no saben cómo lo harán llegar, pero cuando sea posible pretenden destinar todo lo obtenido “a las familias necesitadas del norte de Ucrania para que puedan cubrir las necesidades básicas”.

“Habrá que ver cómo se lo hacemos llegar y esperar a que abra un corredor humanitario”, señalan. “Estamos recogiendo dinero porque tenemos montones de ropa que no podemos hacerles llegar”, apuntan.

Lo que desde Chernobil Elkartea intentan sobre todo es mantener el contacto con voluntarios y familias y articular un sistema de información, aunque tampoco ello resulte sencillo dado que pueden pasar días sin tener noticias de Ucrania.

El último y dramático mensaje que salió de Gipuzkoa hacia Ucrania fue la petición “de que no salieran de casa”, ya que les habían llegado noticias, que posteriormente corroboraron, “de que se estaba disparando a la población civil”.

En las aldeas donde residen los niños que Chernobil Elkartea trae cada verano, menos cuando la pandemia lo ha impedido, la necesidad es la tónica habitual. “Muchas casas no tienen ni agua”, recuerdan.

Pero, a diferencia de lo que puede llegar a ocurrir en las ciudades por el desabastecimiento de los comercios, de momento en las aldeas muchas de las familias tienen qué comer. “Lo que han cultivando lo almacenan y tienen montañas de patatas. Los que tienen algún animal lo podrán sacrificar”.

Hace frío y numerosas familias permanecen muchas horas escondidas en sótanos en los que apenas tienen medios para poder entrar en calor. El miedo a que puedan ser víctimas de los disparos indiscriminados hace que permanezcan cada vez más tiempo a cubierto. “Con los bombardeos hay momentos de relativa calma que podían aprovechar para acercarse a casa de los vecinos por si tenían mejores comunicaciones o para buscar lo que necesitaban. Sabiendo lo que sabemos les pedimos que no salgan de casa para nada”, concluyen.

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