«Nos rompe el corazón, aquí no hay gobiernos ni agencias estatales, solo voluntarios haciendo lo que pueden». Ese es uno de los mensajes que, desde Medyka, una de las puertas de entrada desde Ucrania a Polonia, lanza el cocinero asturiano José Andrés, que se ha trasladado desde Washington con varios miembros de su World Central Kitchen, la asociación que trata de servir comida allí donde exista cualquier crisis humanitaria, para tratar de asistir a los cientos de miles de refugiados que está generando la invasión rusa. «Es solo uno de los puntos, porque también nos estamos desplegando en otros países como Rumanía, Hungría, Moldavia… y también estamos creando una red en el interior. En Odessa ya hay un restaurante repartiendo comidas, pero hacemos un llamamiento a todo aquel que pueda abrir una cocina para que lo haga, nosotros lo apoyaremos en todo lo que necesite», garantiza el chef en un vídeo que ha compartido en sus redes.

Ante una de las principales vías de entrada, con la frontera ucraniana a 500 metros, relata como «la gente no para de llegar, muchos en autobuses, pero también familias enteras caminando, con unas temperaturas bajo cero, cargados con lo que buenamente pueden, maletas, enseres, niños…». Según avanzaba la noche, ya habían repartido 8.000 comidas. «Es impresionante cómo esta gente viene caminando durante horas, con lo puesto, durante decenas de kilómetros, porque han tenido que abandonar sus vehículos, bien porque se estropean, bien porque se les acaba el combustible, y todo ello en medio de una guerra», explicaba. «Las imágenes que nos enseñan y lo que nos cuentan recuerdan a una película apocalíptica, con miles de coches ocupando las carreteras y la gente escapando como puede, pero esto no es una película, está sucediendo de verdad», dijo antes de cargar contra el líder ruso, Vladimir Putin, «por enviar a su país a luchar contra otro».

Una vista de la zona de reparto de alimentos en la frontera con Polonia.
Una vista de la zona de reparto de alimentos en la frontera con Polonia. / WCK

«Tenemos que alzar la voz y librarse de estos líderes de cualquier país, líderes egoístas que no respetan los derechos humanos, porque si no lo hacemos acaban sucediendo estas cosas», clamaba José Andrés. «Cuando un líder está haciendo daño a la humanidad, tenemos que echarlo, y poner buenos líderes al mando», advertía visiblemente enfadado. «Tenemos que salir todos a la calle y protestar cuando veamos que esto sucede».

José Andrés explicó que World Central Kitchen, organización que fue reconocida con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia en 2021, tiene preparado un despliegue en tres fases en Ucrania y sus países fronterizos para tratar de que «no haya una sola persona que pase hambre por culpa de esta guerra. Haremos todo lo que esté en nuestra mano para evitarlo». La que está en marcha es la primera fase, con apoyo a todos los refugiados que salgan de Ucrania, en los diferentes países fronterizos. También están instalando puntos de reparto de comida en los diferentes campamentos en los que los refugiados están siendo acogidos. La segunda fase, que está empezando a desarrollarse, es el reparto de comida desde los restaurantes que, dentro de Ucrania, puedan hacerlo por sus medios. «Un solo restaurante puede preparar comida para todo un vecindario», animaba José Andrés, quien facilitará apoyo económico a quien se sume a la iniciativa desde su asociación. La tercera fase, «una vez acabe el conflicto y sea seguro entrar, será instalar nuestros camiones en las principales ciudades y pueblos, para repartir directamente comida a quienes se hayan quedado en el país», explicaba.

Junto a uno de sus colaboradores, contaba también cómo en la frontera se están encontrando con cientos de ucranianos que, una vez han sacado a sus familias o procedentes de otros puntos de Europa, vuelven hacia Ucrania, para luchar en defensa de su país. «Nos llama la atención que haya tantos ucranianos jóvenes, hombres en su mayoría, pero también mujeres, que quieren entrar en Ucrania para defenderlo del ataque ruso». Y volvió a insistir: «Estas palabras no van en ningún momento contra el pueblo ruso, van contra su líder, con quien les ha conducido a esta guerra sin importarle las consecuencias». Una vez más, World Central Kitchen ha puesto en marcha su maquinaria para alimentar a la gente que lo necesita, y además lo hace siempre en tiempo récord, valíendose de la red de restaurantes repartidos por todo el mundo que colaboran con ellos.