‘El trabajo es para la vida ¡Ni un muerto más!, No a la siniestralidad laboral’. Así rezaba la pancarta que la Hermandad de Obreros de Acción Católica (HOAC) mostró ayer mientras se homenajeaba y recordaba a los dos marineros ghaneses fallecidos tras el naufragio del Villa de Pitanxo.

La HOAC y la Pastoral de Migraciones en Miranda, aun sabiendo que en esta ocasión han sido las circunstancias naturales las causantes de la tragedia, quisieron volver a poner el acento en la necesidad de mejorar las precarias condiciones laborales de los inmigrantes, y se abogó por la dignificación del trabajo.

Se eligió el parque Antonio Machado para recordar a Apaanah Pelungo y Michael Tetteh y mostrar con tres minutos de silencio la solidaridad de Miranda con sus familias. Se leyó un comunicado en el que se abogó por la necesidad de entender que lo primero son las personas y que hay que anteponerlas a los intereses, sean de la índole que sean.

Los mirandeses que se dieron cita en el punto de encuentro acordado quisieron de esta manera, con su silencio mostrar apoyo a las familias de los dos marineros. No cabe duda de que la ausencia de sonidos siempre emociona y remueve por dentro, pero en esta ocasión lo que ayer llegó al alma de todos los presentes fueros las palabras de Harry Pakolu Apaanah, hijo de Apaanah Pelungo.

Y conmovieron incluso aunque al ser dichas en inglés –idioma en el que se expresa la comunidad ghanesa de Miranda– muchos no entendieran la literalidad del mensaje. No hacía falta; llegaron a todos los corazones nada más ver el enorme esfuerzo que tuvo que hacer el chaval para contener la emoción. Estuvo arropado por su tío.

Difícil de comprender

Agradeció la presencia de todos los que allí estaban y el apoyo que la familia ha recibido en este trance. Reconoció que para ellos es «muy difícil entender la situación. Era un padre que sólo estaba tratando de encontrar una manera de vida para su familia y ha fallecido. Ninguna palabra puede describir lo que estamos pasando en este momento».

Quiso también dar las gracias a toda la comunidad ghanesa «que ha estado con nosotros», a los profesores que desde que se conociera la noticia «han estado con mi hermano y conmigo». No se olvidó tampoco del apoyo recibido por parte «del pastor Chris».

Además Harry Pakolu Apaanah se acordó de las familias de todos los tripulantes del Villa de Pitanxo. «Me gustaría compartir mis condolencias con las familias y decirles que sean fuertes en este momento tan difícil».

Hablar ante los presentes fue muy complicado para el joven, que se armó de valor para que toda la ciudad, todos los que les han apoyado, sintieran que las familias de los dos marineros lo agradecen de modo sincero. Sus palabras lo dejaron claro.