Euskadi ya se prepara para acoger a los refugiados que llegarán desde Ucrania
El Gobierno Vasco empieza a definir un protocolo de asilo a la espera del anuncio oficial del lehendakari, mientras el Ejecutivo central habla de coordinarse con la UE
Diario Vasco, , 28-02-2022Kiev está a 2.500 kilómetros de Gipuzkoa, pero nadie duda de que el eco de las bombas que ayer caían sobre la capital ucraniana acabará llegando a Euskadi tarde o temprano. Más allá de las consecuencias económicas que ya se empezaron a notar en cuanto Rusia comenzó la invasión de Ucrania la madrugada del jueves, la guerra desatada en el este de Europa provocará una nueva crisis humanitaria que aumentará los flujos migratorios hacia la UE. Las instituciones vascas lo saben y, aunque aún no ha llegado ni un solo ciudadano ucraniano a Euskadi, han empezado a prepararse para la previsible venida de refugiados y solicitantes de asilo. Episodios anteriores como la guerra en Siria o la vuelta al poder de los talibanes en Afganistán se quedarían pequeños ante la magnitud del movimiento de personas que podría provocar una guerra sostenida en Ucrania.
Fuentes del Gobierno Vasco señalaron ayer a este periódico que ya están «trabajando en ello» para empezar a «planificar» las posibilidades de acogida a personas que huyen de Ucrania, aunque apuntaron que aún es pronto para ofrecer más detalles. El lehendakari, Iñigo Urkullu, podría hacer un pronunciamiento oficial esta misma mañana y, hasta que eso ocurra, desde los diferentes departamentos del Ejecutivo guardan silencio. Por el momento, la única reacción oficial del Gobierno Vasco ante el conflicto en Ucrania ha sido un mensaje del lehendakari en las redes sociales el pasado jueves, cuando expresó su «rotunda condena» ante la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Urkullu mostró también su «preocupación por la población ucraniana» y confió en que «la Unión Europea consensue una respuesta unitaria y contundente para restablecer el diálogo y la estabilidad pacífica en la zona». Hoy mismo podría hacer un anuncio sobre la
Por otro lado, fuentes de la Delegación del Gobierno en el País Vasco recordaron ayer que las políticas de migración son «competencia exclusiva del Estado» y que los flujos migratorios a cada país deben consensuarse primero con la Unión Europea, por lo que aún es «prematuro» hacer planes sobre la posible acogida de refugiados ucranianos. En cualquier caso, recordaron que tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, «ya han anticipado que España será solidaria». La Delegación del Gobierno apuntó también que en los últimos días está haciendo «intensas gestiones» con el Ministerio de Exteriores para conseguir que los ciudadanos vascos que aún se encuentran en Ucrania puedan ser evacuados en los «convoys» que se están habilitando para ello.
La crisis que se desató el pasado agosto en Afganistán tras la retirada de las tropas de Estados Unidos de aquel país –lo que provocó un fulminante regreso al poder de los talibanes y la huida de miles y miles de civiles por miedo a las represalias– es el ejemplo más cercano de una crisis humanitaria que requirió de una respuesta de la UE para acoger exiliados. En aquella ocasión, el Gobierno español ofreció el aeropuerto militar de Torrejón de Ardoz como ‘hub’ europeo para la acogida y posterior distribución de los refugiados por diferentes Estados miembro. Las instituciones vascas rápidamente se ofrecieron a acoger a un buen número de solicitantes de asilo, aunque finalmente solo llegaron unas decenas de personas a Euskadi. El Gobierno central tenía libres en aquel momento 160 plazas de las 515 de las que dispone en el País Vasco y lo consideró suficiente para dar acogida al número de refugiados que le correspondieron a Euskadi en el reparto entre comunidades autónomas.
La llegada de refugiados ucranianos no será un fenómeno nuevo para Euskadi, ya que desde 2014 se han registrado 356 solicitudes de asilo (90 en Gipuzkoa, 170 en Bizkaia y 96 en Álava) de personas procedentes de Ucrania. La fecha de inicio de esas solicitudes no es casual, ya que en noviembre de 2013 comenzó en Kiev el Euromaidán o ‘Revolución de la Dignidad’, una serie de manifestaciones y disturbios de índole europeísta y nacionalista que llevaron al derrocamiento del presidente prorruso Víktor Yanukóvich. No obstante, la magnitud del conflicto actual en Ucrania hace pensar que las cifras de solicitudes de asilo de la última década podrían dispararse.
Cambio de tendencia
Esta misma semana, la organización Zehar-Errefuxiatuekin ha hecho públicos los datos de solicitantes de asilo en Euskadi el pasado año, cuando se produjo un descenso del 44% a causa de la pandemia. Se quedaron en 1.724, después de que en 2020 ya experimentaran otra bajada del 36%, pasando de las 4.826 de 2019 a 3.085. La irrupción del Covid y la limitación de la movilidad que conllevó están sin duda detrás de un parón que contrasta con el salto que las solicitudes de asilo pegaron en Euskadi en 2019, el año previo a la llegada de la pandemia.llu tiene prevista una reunión con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, en la Torre Madariaga de Urdaibai, por lo que es probable que ese sea el escenario elegido para el anuncio.
La previsión del Gobierno Vasco era que la vuelta a la normalidad pospandemia reactivase a partir de este año los flujos de refugiados de diferentes puntos del mundo, y esa sensación se ha visto potenciada con el estallido del conflicto en Ucrania. Este mismo martes, sin prever la invasión relámpago de Ucrania que Rusia lanzaría horas después, el Ejecutivo vasco aprobó el Plan Intercultural de Ciudadanía, Inmigración y Asilo 2022-2025, cuyo presupuesto asciende a 35,7 millones de euros, de los que prácticamente la mitad, 17,9 millones, se destinarán a políticas de acogida de migrantes. Esta última cifra supone multiplicar por más de diez los 1,5 millones que se destinaron a dicha acogida en el anterior plan 2018-2020.
Fuentes del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales inciden en que Euskadi cuenta con diversos recursos y programas para acoger a demandantes de asilo. Están los centros gestionados por Zehar en Oñati (100 plazas) y Tolosa (35 plazas) y el gestionado por Suspergintza en Berriz (58 plazas). Además, el programa Harrera cuenta con 13 pisos repartidos por toda la CAV. Asimismo, desde el Departamento recuerdan que también podrían contribuir a esta acogida proyectos como el del ‘patrocinio comunitario’ que ya se ha aplicado de forma experimental con cinco familias sirias, una de ellas asentada en Andoain. «Hay que ver a cuántas personas podemos atender, pero debemos hacerlo de una manera ordenada», apuntan.
Zehar reclama una «respuesta solidaria» a las instituciones vascas
La organización Zehar-Errefuxiatuekin (antigua CEAR-Euskadi) pidió ayer al Gobierno Vasco y al resto de las instituciones vascas, así como a todos los partidos políticos con representación en el Parlamento Europeo y en el Congreso, que presionen en la medida de sus competencias para que los Estados miembros de la UE den una «respuesta solidaria» a las personas que, debido a la emergencia humanitaria, se están viendo obligadas a huir de Ucrania.
Arantza Chacón, directora de Zehar, reclamó «a todos los Estados miembro que faciliten la salida de las personas ucranianas que buscan refugio, que habiliten vías legales y seguras de entrada a la UE, que respeten el derecho de asilo de estas personas y que ofrezcan una acogida que garantice sus derechos». A las instituciones vascas les pidió «que pongan todos los recursos disponibles para su acogida, ampliándolos si fuera preciso».
(Puede haber caducado)