TOLEDO.- Castilla-La Mancha está preparada para acoger refugiados procedentes de Ucrania si fuera necesario, tras el ataque militar llevado a cabo por Rusia en la región del Donbás.

Así lo ha señalado a preguntas de los periodistas la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, quien ha subrayado que el Gobierno de Castilla-La Mancha “siempre responde” ante situaciones como esta.

En este sentido, la consejera ha recalcado que el Ejecutivo regional siempre está a disposición del Gobierno de España “para lo que nos indique, y a la expectativa de lo que pudiera pasar”. “Castilla-La Mancha siempre responde y siempre, para lo que podamos ayudar, ahí estamos”, ha apostillado.

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Una disposición a la acogida que ha puesto de manifiesto durante la firma del convenio de colaboración con Cruz Roja para el desarrollo del ‘Plan contra la pobreza energética’ que ha tenido lugar en Toledo. Junto a García Torijano firmaba el acuerdo el presidente de la entidad en la región, Jesús Esteban Ortega, quien se ofrecía para colaborar en los procesos de acogida de refugiados ucranianos que se les demande tras el inicio de la guerra.

A preguntas de los periodistas ha comentado que Cruz Roja Española ya tiene “desgraciadamente” mucha experiencia en este tipo de conflictos armados, por las consecuencias que tiene para la población civil.

En este caso, ha indicado que ya desde 2016 se ha recibido a solicitantes de protección internacional de nacionalidad ucraniana, de hecho, hay en España unas 115.000 personas de Ucrania y la Cruz Roja ha atendido a 11.213 personas que, desde el 2016, han solicitado protección internacional, algunas de las cuales están en Castilla-La Mancha.

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“Estaremos como entidad colaboradora del Gobierno para hacer los procesos de acogida que nos demanden”, ha asegurado el presidente de la Cruz Roja en la región, quien ha recordado que en 2015, debido a la guerra en Siria, empezaron a recibir a refugiados en las cinco provincias castellanomanchegas.

Ha explicado que el proceso de acogida se realiza en dos fases, en la primera se les facilita ropa, comida y vivienda, y a continuación llega el proceso de integración de los refugiados, en colegios, en el sistema sanitario, en el conocimiento del idioma, para facilitar que puedan vivir de forma independiente.

El presidente de Cruz Roja ha subrayado que las familias afganas, al igual que las sirias, dicen que no quieren vivir de las ayudas sino que lo que quieren es trabajar.