El caso Valieva ha abierto un debate. La atleta estadounidense Sha’Carri Richardson ha estallado en las redes sociales, preguntándose el porqué a la joven rusa se le ha permitido continuar disputando los Juegos Olímpicos de Pekín. Algo que ella no pudo hacer el pasado verano.

La defensa de Valieva alega que se contaminó con una medicina de su abuelo
LA VOZ

La velocista fue sancionada durante 30 días por dar positivo en cannabis. Una sanción que no le permitió acudir a los Juegos de Tokio. El TAS ha comunicado que Valieva seguirá compitiendo, pues sería un «daño irreparable» no autorizarlo. Ha sido esta decisión la que ha enfurecido a Richardson. La americana ve un doble rasero a la hora de juzgar ambos casos de dopaje.

«¿Podemos obtener una respuesta sólida sobre la diferencia entre su situación y la mía?», se cuestionó la velocista en su perfil de Twitter. «Mi madre murió y no pude correr», explicó. Y es que Richardson admitió haber consumido cannabis tras el fallecimiento de su progenitora. Una sustancia sobre la que, ahora, ha dicho que no mejora el rendimiento.

La joven achaca esta situación al racismo. «La única diferencia que veo es que soy una joven negra. Todo está en la piel», sentenció en la red social.