Los diputados de UPN que votaron en contra del decreto, al borde de la expulsión

La ejecutiva del partido aprobó ayer pedir a Adanero y Sayas que entreguen sus actas de miembros del Congreso y, si no lo hacen, se les dará de baja en la formación

Diario Vasco, Fernando Segura FERNANDO SEGURA, 07-02-2022

La ejecutiva de UPN aprobó ayer exigir a Carlos García Adanero y a Sergio Sayas el acta de diputados, tras saltarse el jueves la disciplina del partido y votar ‘no’ en el Congreso a la reforma laboral. En el caso de que no entreguen el acta, se iniciarán los procedimientos para su expulsión. Ambos ya han declarado que no están dispuestos a acatar esta medida que, en todo caso, deberá ser corroborada por el comité de garantías. Además, hoy se ha convocado al Consejo Político para tratar de taponar la crisis interna que podría desencadenar este enfrentamiento.

La expulsión sería la consecuencia de que ambos diputados dejaran en agua de borrajas el acuerdo entre entre el presidente de los regionalistas, Javier Esparza y el Gobierno central. Esta espantada a punto estuvo de tumbar la que posiblemente sea la iniciativa estrella de la legislatura del Ejecutivo de Sánchez, además de desairar al presidente de UPN y de poner patas arriba el tablero político navarro. Adanero y Sayas pulsaron el botón de un misil contra la línea de flotación de la estabilidad del Ejecutivo PSOE-Podemos y de la comunidad foral.

Ayer se vivió la batalla del relato. Lo que para Esparza había sido una traición, para los dos diputados fue la consecuencia lógica de defender los principios de UPN. Esparza se empleó a fondo y no dudó en calificarles de mentirosos. Según el presidente de UPN, habían aceptado que recaía sobre la dirección del partido la responsabilidad de fijar el sentido del voto sobre la reforma laboral. «Eso es lo que se hizo –explicó ayer Esparza– Se les trasladó la decisión y nos dijeron que iban a acatarla, aunque no la compartían». Sin embargo, ambos votaron ‘no’ a la reforma, por lo que el presidente de UPN afirma que se saltaron la disciplina y «nos han engañado a todos».

LAS FRASESJavier EsparzaPresidente de UPN«Se han saltado la disciplina de voto y nos han engañado. No representan a UPN y no pueden seguir en el partido»Carlos G. AdaneroDiputado de UPN«No ha habido un ‘tamayazo’. Hemos actuado en coherencia pura y dura con los principios de UPN»Sergio SayasDiputado de UPN«No hemos roto la disciplina del partido, porque no nos informaron del contenido del acuerdo con el Gobierno»
Esparza añadió que además actuaron con premeditación y alevosía. «Yo entiendo que puede haber una discrepancia y que puede haber una decisión meditada que se transmite de forma ordenada y con tiempo. Hay 23 horas más o menos desde que se transmite la posición de voto –del partido– hasta que se vota». En ese lapso de tiempo, subraya Esparza, «están diciendo que ‘sí’ y luego votan que ’no’». En consecuencia, «no representan a UPN y no pueden seguir en el partido».

Esta es la versión de Esparza, que difiere de la de Adanero y Sayas. Este último negó que rompieran la disciplina porque, según señaló, no habían sido informados del contenido del acuerdo alcanzado por la dirección y el Gobierno, lo que les facultaba para obrar con libertad. Por su parte, Adanero rechazó que se hubiera producido un ‘tamayazo’ porque actuaron en coherencia con los principios de UPN, cuyos votantes no entenderían que apoyaran a Sánchez quien, recalcó, es presidente gracias a EH Bildu.

Ayuntamiento de Pamplona
El tsunami ha convulsionado la política navarra. En primer lugar, en el Ayuntamiento de Pamplona, donde se ha cortocircuitado el acercamiento entre UPN y el PSOE, clave para amarrar a Enrique Maya como alcalde. El regionalista se hizo con el cargo en 2019 gracias a los trece concejales de Na+ (UPN, PP y Cs), y a que los cinco del PSN votaron a su candidato. Si los socialistas hubieran unido sus cinco votos a los siete de EH Bildu y a los dos Geroa Bai, habría repetido como alcalde Joseba Asiron (EH Bildu). Si esta convergencia se diera tras las elecciones de 2023, Maya perdería la alcaldía. No es una hipótesis descabellada dada la buena sintonía existente en el Congreso entre los socialistas, la izquierda abertzale y el PNV.

El jueves los socialistas ya lanzaron un primer aviso. En el marco del acuerdo con UPN para aprobar la reforma laboral, el PSN había decidido no presentar una reprobación contra Maya por unas declaraciones sobre menores inmigrantes . Los socialistas, tras conocer en el pleno lo que acababa de ocurrir en el Congreso, optaron por apoyar la reprobación que sí presentaron Geroa Bai y EH Bildu, con el resultado de que salió adelante.

La onda explosiva alcanzó también al Gobierno de Navarra, aunque en esta institución la relación de fuerzas difiere de la delConsistorio de Pamplona. La socialista María Chivite preside un Ejecutivo del que forman parte Geroa Bai y Podemos. Chivite pasó ayer de puntillas por las brasas y prefirió abogar por el «diálogo» entre partidos. Sin embargo, la portavoz de Geroa Bai, Uxue Barkos, reclamó al PSN que abandone la tentación de buscar una geometría variable en el Parlamento de Navarra y apueste de forma clara por la mayoría que sostiene al Gobierno.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)