El Aita Mari fondea en Lampedusa para resguardarse del temporal
El buque de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) rescató ayer a 176 personas que viajaban a bordo de dos botes en aguas de Malta,
Diario Vasco, , 31-01-2022El buque Aita Mari de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), que rescató ayer a 176 personas que viajaban a bordo de dos botes en aguas de Malta, permanece fondeado en un caladero de Lampedusa a la espera de recibir permiso para desembarcar en algún puerto. La pasada noche las autoridades italianas permitieron al barco fondear en la isla mediterránea para ponerse a resguardo ante la previsión de olas de dos metros y medio en la zona.
En el Aita Mari la situación es de tranquilidad y las personas rescatadas están siendo sometidas a un reconocimiento médico y a pruebas covid mientras aguardan la decision que tome Italia. «Deberían llegar órdenes para desembarcar en Lampedusa uo en Sicilia, pero no sabemos cuándo. Pueden pasar uno o seis días», explican desde la SMH
Los rescates se hicieron con varias horas de diferencia y comenzaron a media mañana del viernes, cuando los tripulantes del buque recibieron el aviso de la ONG Alarm Phone, que alertó que se había detectado una embarcación con numerosas personas. Cuando llegaron a su altura se encontraron con 105 ocupantes que se hallaban «en una situación precaria y desesperada», según la ONG vasca. «Eran 17 mujeres, 63 hombres, 9 niños y 16 menores», indicaron fuentes de SMH.
Cuando ya parecía que había pasado todo, el ‘Colibri 2’, un avión de reconocimiento de la ONG Pilotos Voluntarios que sobrevuela periódicamente el Mediterráneo para tratar de localizar embarcaciones, dio el aviso de que había detectado a unas nueve millas de la zona del primer rescate uno bote azul de madera en el que viajaba otro grupo de personas. Eran las tres de la tarde y el Aita Mari se dirigió hacia la zona indicada hasta toparse con una embarcación con 71 personas, 53 de ellas hombres, 17 menores de edad y una mujer. Tras esperar la autorización del centro de coordinación de Roma, hacia las 15.40 horas los ocupantes del bote pudieron embarcar en la nave guipuzcoana.
El buen estado del mar facilitó las labores de rescate, aunque se dieron algunos problemas de hipotermia y pánico, sobre todo en la primera embarcación. «En un primer momento la situación fue complicada para los niños porque tenían frío, miedo y no se encontraban bien, pero se tranquilizaron cuando subieron al Aita Mari, comieron algo y pudieron entrar el calor» explicaron desde SMH.
Tras un primer triaje se pudo comprobar que todos los rescatados se hallan en buen estado de salud y permanecen a la espera de desembarcar en algún puerto. La ONG indicó que «las autoridades maltesas, italianas y españolas han sido informadas inmediatamente de la precaria y desesperada situación en la que estas personas se encontraban a bordo del bote en peligro y tras varios intentos fallidos por recibir respuesta, se ha tomado la decisión final de repartir chalecos a las personas y proceder a transferirles a bordo de Aita Mari para garantizar su seguridad».
«En cumplimiento con la legislación internacional, el capitán del Aita Mari tiene derecho a navegar la menor distancia posible a un lugar seguro para ponerles a salvo, en este caso Lampedusa. A partir de ahora, solicitamos a las autoridades un puerto para desembarco (POS) de estas 176 personas lo más urgente posible», han recalcado desde la ONG. Han recordado que los únicos puertos seguros y cercanos son los italianos y malteses. «Según la propia Unión Europea, en palabras de su portavoz, Libia no es un lugar seguro», agregaron.
Desde SMH reclamaron que sean las autoridades europeas «las que se responsabilicen de mantener un dispositivo de salvamento garante en esta zona en lugar de financiar con dinero público la contención de las personas en países donde se vulneran los derechos humanos. Las devoluciones que se vienen realizando en algunas fronteras europeas como la de Grecia, dejan en evidencia que no tienen la voluntad de cumplir con los derechos humanos ni las leyes internacionales». Insistieron en la necesidad de crear pasarelas humanitarias «que permitan una migración segura para las personas atrapadas en el infierno en el que se ha convertido Libia, entre otros».
Desde el día 20
El pasado martes, Salvamento Marítimo Humanitario asistió a un bote en la zona de Lampedusa con 280 personas a bordo, entre ellas, siete cadáveres. Sin embargo, en esa ocasión las autoridades italianas no permitieron intervenir al Aita Mari y rescatarles. El barco solo pudo monitorizar la posición de la embarcación, que se encontraba entre aguas maltesas e italianas, hasta que llegaron los buques italianos. Tres botes de salvamento llevaron las labores de rescate en medio de una mar en malas condiciones mientras los tripulantes de buque miraban impotentes las maniobras. «Se veía a muchísima gente e impresionaba los bandazos que daba el barco con la mar que había», relató Izaskun Arriaran, presidenta de SMH e integrante de la expedición.
El Aita Mari zarpó pasado día 20 desde el puerto de Burriana en Alicante rumbo al Mediterráneo Central para realizar labores de vigilancia y rescate frente a la costa de Libia con el objetivo de atender a las personas que abandonan el país africano. Su anterior misión se llevó a cabo en octubre. Entonces auxiliaron a 105 personas que viajaban a bordo de un bote de madera en el que habían navegado dos días y llevaban otros dos a la deriva. Los localizaron en aguas internacionales de Malta. Pasaron seis días antes de poner un pie en tierra.
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