Chafarinas, nueva barrera para los migrantes que intentan llegar a España
El Diario, , 28-01-2022Las Chafarinas se han convertido en los últimos tiempos en una nueva barrera para los inmigrantes que intentan llegar a Europa a través de estos islotes de soberanía española situados frente a las costas marroquíes. Interior niega que haya habido cambios, pero varias ONG denuncian que son devueltos directamente a Marruecos.
El Defensor del Pueblo advirtió al Gobierno nada más comenzar el año contra la devolución de inmigrantes sin respetar la legislación nacional e internacional de extranjería, que impide devolver a otro país a personas susceptibles de solicitar protección internacional sin respetar los trámites establecidos.
Lo hizo tras la llegada a la isla del Congreso (la mayor del archipiélago) de varios grupos de inmigrantes entre ellos algunos que manifestaron ser de origen sirio, que tenían intención de pedir asilo u otro tipo de protección y que, según el Defensor, “podrían haber sido devueltos a Marruecos”.
Fuentes de Interior aseguran a EFE que “no ha habido ni habrá devoluciones en caliente” desde Chafarinas, niegan que se hayan producido “cambios” en el procedimiento ante desembarcos de inmigrantes en el archipiélago y sostienen que “no existe constancia de la llegada de migrantes a los islotes”.
DENUNCIAS DE DEVOLUCIONES A MARRUECOS
Sin embargo, el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) y la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) tienen constancia de varios desembarcos y denuncian que desde 2020 ha variado la forma de actuar de las fuerzas de seguridad: en vez de conducir a los inmigrantes hasta Melilla, los entregan directamente a las patrulleras marroquíes para su devolución.
Hasta 2019, cuando había un desembarco en Chafarinas, la Guardia Civil llevaba a los inmigrantes a Melilla y allí se procedía a su identificación, con asistencia letrada e intérprete. Quien manifestaba su intención de solicitar protección internacional, se quedaba en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la ciudad autónoma mientras se tramitaba su solicitud.
Pero lo que eran desembarcos accidentales, explica a EFE el responsable de la sección Frontera Sur del SJM, Josep Buades, en 2020 empezaron a ser más regulares, con más mujeres a las que se les da tratamiento como potenciales víctimas de trata, con lo que se evita su devolución y más subsaharianos procedentes de países en conflicto que solicitaban asilo.
Según los jesuitas, ante la posibilidad de que Chafarinas se convirtiera en una ruta habitual de entrada a España, las autoridades españolas “negociaron muy rápidamente” con Marruecos “un procedimiento mucho más expeditivo” para que el país magrebí realice las labores de salvamento y vigilancia marítima.
De ese modo, si alguna patera se dirige a los islotes, la Marina Real la intercepta y, si ya ha desembarcado, la Guardia Civil “espera a las autoridades marroquíes y se los entrega directamente”, detalla Buades.
29 INTENTOS DE LLEGAR A CHAFARINAS EN DOS AÑOS
La AMDH ha registrado en los primeros quince días del año dos desembarcos en Chafarinas con 18 migrantes, mientras que el año pasado contabilizaron a 138 personas en 16 tentativas y en 2020 a 82 inmigrantes en 11 intentos.
Omar Nadi, portavoz de la AMDH en Nador, localidad cercana a Melilla, también asegura a EFE que “antes los enviaban a Melilla, pero en 2021 todos han sido retornados a Marruecos”, al punto más cercano de la costa, el Cabo del Agua, donde les dejan libres y no se les persigue penalmente.
Eso le ocurrió a Ibrahim, un joven yemení que huyendo de la guerra en su país llegó a Chafarinas en septiembre y tras manifestar su intención de solicitar asilo fue devuelto a Marruecos sin pasar por Melilla, según el testimonio recogido por los letrados del Servicio Jesuita a Migrantes, a quienes suelen recurrir los migrantes cuando llegan a los islotes.
Dos meses después intentó entrar a nado a la ciudad autónoma junto a otro compañero que desapareció en el mar. Él pudo llegar a la escollera, pero sufrió un “rechazo en frontera”. De nuevo, fue devuelto a Marruecos, enfatiza Buades.
“Cuando nos llaman desde Chafarinas interponemos un recurso contencioso-administrativo solicitando la suspensión cautelarísima de la devolución. Argumentamos que tal y como la están practicando no sigue el procedimiento que establece la ley y el Reglamento de Extranjería: es una actuación ilegal de la Administración”, censura el jesuita.
A su entender, no pueden ampararse en un “rechazo en frontera”, como en Ceuta y Melilla, porque “las Chafarinas, igual que las otras plazas menores de soberanía española (peñones e islotes), no forman parte del territorio de las ciudades autónomas, dependen directamente del Gobierno”.
LA SOBERANIA DE LOS ISLOTES
Esta ONG tiene muy claro que el objetivo de España es “evitar que se consolide” esta ruta de entrada, e intuye que la motivación política de sus vecinos “es un intento de ejercer soberanía donde no la tienen”.
“Marruecos readmite muy fácilmente a quien desembarca en Chafarinas porque no consiente que eso sea territorio español”, asevera Buades antes de recordar el reciente incidente de España con el Gobierno de Rabat que nunca ha reconocido la españolidad del archipiélago ni de las aguas circundantes por la instalación de una piscifactoría cerca de los islotes.
Los territorios españoles en el norte de África están constituidos por las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, los peñones de Vélez de la Gomera y de Alhucemas, las Islas Chafarinas, la isla de Perejil y la isla de Alborán.
El archipiélago de las Chafarinas está situado en la costa septentrional de Marruecos, a unos 4 kilómetros al norte de Cabo de Agua y a 50 kilómetros en línea recta al este de Melilla, e integrado por tres islas: del Congreso, de Isabel II y del Rey, cuya superficie total es de 0,7 kilómetros cuadrados.
Pese a que la isla del Congreso es la mayor, sólo está habitada la de Isabel II. A comienzos del siglo XX las Chafarinas llegaron a tener más de dos mil habitantes pero su población se fue reduciendo hasta que el último civil las abandonó en 1978. En la actualidad sólo se encuentra en el archipiélago un destacamento del Tercio Gran Capitán I de la Legión.
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