UNICEF, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, ha distribuído los llamados “kits de preparación para el invierno” a las familias que viven en campamentos de desplazados en la provincia de Herat, en Afganistán. Familias vulnerables con mujeres embarazadas o con niños con discapacidades han recibido estos kits que les ayudará para protegerse del duro invierno en Afganistán. Esta campaña de la ONU coincide con el anuncio del presidente de Estados Unidos, Jon Biden, de donar 308 millones de dólares adicionales en ayuda humanitaria a Afganistán, elevando así la cifra de ayuda a los refugiados afganos a 782 millones de dólares. Además EEUU está ha proporcionado un millón de dosis adicionales de vacunas contra el coronavirus a Afganistán, sumando así 4,3 millones de dosis. Gracias a estas ayudas, los refugiados reciben atención médica, alimentos, agua, saneamiento y servicios de higiene. Según Naciones Unidas casi 23 millones de personas, alrededor del 55 por ciento de la población, se enfrentan a niveles extremos de hambre, con casi 9 millones en riesgo de hambruna a medida que llega el invierno. La crisis económica de Afganistán se aceleró después de que los talibanes tomaran el poder en agosto y las últimas tropas estadounidenses se retiraran.