Las conferencias son como las comisiones: una salida airosa para un problema para el cual no hay solución política. Roger de Fúria.

La conferencia en sí no solucionará nada, pero puede marcar una línea estratégica a seguir. Luego, que se cumplan los objetivos ya es otra cuestión. Palermo.

Las conferencias, como mínimo, son informativas: dan a conocer hechos y situaciones. Si además se analizan con rigor las cuestiones y se proponen soluciones, hemos dado un segundo paso. Entramos en carrera cuando los países se comprometen, toman medidas y las aplican. Europa y África están unidas en esto. Hay mucho sentido en las conferencias euroafricanas. Sin conferencias no hay tratos. Emilio F. Effe.

Al menos que sirvan para encontrar la manera de controlar las ayudas que se concedan a los países origen de la inmigración, y que realmente se destinen al objetivo que pretenden, con la mínima corrupción posible, y así complementar las medidas disuasorias en fronteras y aduanas. Zenaib.

Rotundamente, no. Pero en occidente ya nos están acostumbrando a que hay que hacer conferencias, simposios y miles de seminarios, generando un montón de papeles y documentación que… ahí se quedan. Sátira.

Las conferencias de este tipo, cuando se escuchan, sirven para sensibilizar a los oyentes sobre determinadas situaciones. Y desde ahí, conseguir los apoyos e infraestructura necesarios antes de actuar. Mandioca.