Rodríguez Zapatero garantizó ayer su compromiso “casi personal” de que no regateará medios para frenar las avalanchas de inmigrantes. El presidente realizó ayer su prometida visita a Canarias para conocer sobre el terreno, en Tenerife y Fuerteventura, la situación generada en los últimos meses con la afluencia de ilegales. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer durante su visita a Canarias que el Ejecutivo “no regateará medios materiales ni humanos ni políticos” para frenar las avalanchas de inmigrantes subsaharianos en el archipiélago. Rodríguez Zapatero, que se entrevistó por espacio de una hora con el jefe del Gobierno autonómico, Adán Martín, anunció al final del encuentro, en una declaración institucional, que el Consejo de Ministros aprobará este mes el prometido plan de seguridad para el archipiélago.


En su primera escala de esta breve gira, en Tenerife, el presidente insistió en que el control de los flujos migratorios clandestinos a las islas se ha convertido en un “compromiso casi personal” y dijo ser consciente de los esfuerzos que los ciudadanos canarios han hecho durante los últimos meses para acoger a los recién llegados. Insistió en que el Ejecutivo ha desplegado “todos los medios políticos, materiales y diplomáticos” para intentar atajar la llegada de los irregulares en una operación “sin precedentes” en España.


Aumentar la coordinación

Rodríguez Zapatero, que recordó las diferentes iniciativas de su gabinete para las islas en los últimos meses tales como el futuro plan de seguridad o el programa especial de empleo, subrayo la necesidad de aumentar la coordinación entre las policías estatales y los medios autonómicos y locales para mejorar “la libertad de los ciudadanos”. También insistió en el éxito de su Gobierno para involucrar a los socios europeos en el control de las fronteras exteriores de la UE y recordó cómo ahora varias costas son ahora vigiladas por grupos conjuntos de patrulleras. En esa línea, aseguró que estos esfuerzos han dado sus frutos, en especial en la reducción de las llegadas de inmigrantes en cayucos (de 3.500 en mayo a 500 en junio), y apuntó a que este descenso está relacionado con la movilización de efectivos de Interior, Defensa y Fomento en plena crisis migratoria.


“Más integral”

Martín, por su parte, también hizo una declaración institucional en la que no admitió preguntas y agradeció la visita del presidente y la inminente aprobación del plan, aunque no ahorró críticas. Pidió a Rodríguez Zapatero que ese programa de seguridad sea “más integral” y que cuente con los servicios propios del archipiélago. Además, reiteró la histórica petición de que Canarias tenga una policía autónoma en la que se unan los cuerpos locales.


El jefe del Ejecutivo insular, al igual que hizo el martes en la I Cumbre Euroafricana de Inmigración de Rabat, hizo un llamamiento al Gobierno central para que sitúe la inmigración como “prioridad número uno de su agenda” porque sólo así, explicó, se podrá afrontar el control de los flujos migratorios.


Igualmente, reclamó a Rodríguez Zapatero una “atención constante y mantenida” a la inmigración.