El presidente del Gobierno aseguró ayer durante su visita a Canarias que su Ejecutivo «no regateará medios materiales ni humanos ni políticos» para frenar las avalanchas de inmigrantes subsaharianos en el archipiélago.

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Rodríguez Zapatero, que se entrevistó por espacio de una hora con el jefe del Gobierno autonómico, Adán Martín, anunció al final del encuentro, en una declaración institucional, que el Consejo de Ministros aprobará este mes el prometido plan de seguridad para el archipiélago.

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En su primera escala de esta breve gira, en Tenerife, el presidente insistió en que el control de los flujos migratorios clandestinos a las islas se ha convertido en un «compromiso casi personal» y dijo que era consciente de los esfuerzos que los canarios han hecho durante los últimos meses para acoger a los recién llegados.

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Reiteró que el Ejecutivo ha desplegado «todos los medios políticos, materiales y diplomáticos» para intentar atajar la llegada de los irregulares en una operación «sin precedentes» en España. En esa línea, aseguró que estos esfuerzos han dado sus frutos, en especial en la reducción de las llegadas de inmigrantes en cayucos (de 3.500 en mayo a 500 en junio), y apuntó a que este descenso está relacionado con la movilización de personal de Interior, Defensa y Fomento en plena crisis migratoria.

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Plan integral

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Adán Martín agradeció la visita del presidente y la inminente aprobación del plan, aunque no ahorró críticas. Pidió a Rodríguez Zapatero que ese programa de seguridad sea «más integral» y que cuente con los servicios propios del archipiélago. Además, reiteró la histórica petición de que Canarias tenga una policía autónoma en la que se unan los cuerpos locales.

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Tras las declaraciones, ambos presidentes, en compañía del ministro de Trabajo, Jesús Caldera, hicieron una gira por Tenerife para visitar el centro de internamiento de extranjeros (CIE) de Hoya Fría, el cuartel de Las Raíces (habilitado para acoger a senegaleses) y el muelle de Los Cristianos, habitual punto de llegada de las barcas clandestinas. En todas estas escalas, Rodríguez Zapatero departió con los inmigrantes, particularmente en el cuartel de Las Raíces, donde uno de los inmigrantes incluso le agradeció el buen trato que recibió de las autoridades españolas.