La Comunidad reconoce dificultades en la aplicación de los programas de acogida a los subsaharianos. Ni inserción social ni cursos de español. El problema, explica el director general de Inmigración, Basilio Gómez, estriba en que «los inmigrantes ni siquiera aguantan 15 días en los albergues; se van antes de tiempo porque quieren». El miedo a ser expulsados, o el deseo de encontrar algún trabajo por precario que sea, les lleva a ello.

El problema preocupa a la Asociación de Senegaleses. Su presidente, Mady Cisse Ba, cree que la única solución es que «las ONG y administraciones españolas utilicen a intermediarios como nosotros para que expliquemos a los inmigrantes que no tienen por qué temer nada». Si esto no se logra, los programas de acogida se quedarán en nada, advierte Cisse Ba. La responsable de Inmigración de la delegación del Gobierno, Lola Jara, explica que los planes de acogida que desarrollan tanto el Ministerio como la Comunidad comprenden «un primer programa de emergencia» que consiste en 15 días en un albergue. Para los casos «que sea necesario» hay un segundo programa que amplía el plazo a los dos meses, y que no va dirigido exclusivamente a los subsaharianos llegados de Canarias, sino a cualquier inmigrante que necesita de acogida. «Lo lógico es que exista una continuidad entre los dos programas cuando sea necesario», asegura. Jara defiende que «hasta donde nosotros sabemos, los centros de acogida y la administración están cumpliendo».