Editorial

Europa y la otra orilla de la inmigración

ABC, ABC, 07-12-2021

La visita del Papa al campamento de Mavrovouni tuvo ayer el valor simbólico de una denuncia que pone a Europa frente al espejo de su dignidad. El «naufragio de la civilización» al que se refirió el Obispo de Roma, en referencia a los miles de refugiados que esperan a las puertas de Europa, en estas vísperas navideñas preocupada por el pasaporte que da entrada a los restaurantes y por los suministros de exquisiteces gastronómicas, tiene lugar en Lesbos y en muchas de las costas que bordean el continente, en buena parte españolas, pero el viento sopla desde los países que exportan miseria a Occidente. La UE tiene la obligación moral de acoger refugiados dentro de sus posibilidades, sin ver amenazado el frágil equilibrio social y económico que le permite sobrevivir para seguir siendo faro de la libertad y el bienestar.

Los países en desarrollo, por su parte, han de asumir su responsabilidad en la construcción de un mundo nuevo que no puede empezar y terminar en Europa. Ayuda no les puede faltar.

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