Clamor para castigar con dureza a los racistas

COMISIÓN ANTIVIOLENCIA

La Vanguardia, 28-02-2006

CARLOS NOVO XAVIER G. LUQUE – 28/02/2006
Madrid/ Barcelona. Redacción

Nunca más una situación como la vivida el sábado en La Romareda por Samuel Eto´o. Los insultos racistas contra el jugador camerunés parecen haber sido la argamasa que ha unido a todos los estamentos del deporte español para pedir que se ataje el brote de xenofobia con la máxima dureza. Desde el secretario de estado de Deportes y presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Jaime Lissavetzky, pasando por la Liga de Fútbol Profesional (LFP), la Federación y sus comités disciplinarios, jugadores de equipos rivales como Ronaldo, que llamó imbéciles a los que insultaron a Eto´o, los partidos políticos del arco parlamentario y ONG como el Movimiento contra la Intolerancia, todos coincidían ayer en su mensaje de pedir un castigo ejemplar para los infractores.
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En primer lugar intervendrá, hoy mismo, el Comité de Competición. Su presidente, Alfredo Flórez, explicó a este diario que impondrán la sanción económica que corresponda (habitualmente son 600 euros) “porque nos limitamos a aplicar el reglamento y, como mucho, a incrementar la multa en caso de reincidencia”. Flórez recordó que “casos similares suceden con mucha frecuencia”.
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De forma paralela a esta vía deportiva, interviene la administrativa. La Comisión Antiviolencia se reúne mañana y las fuentes consultadas prevén que proponga la mayor multa impuesta hasta ahora. Su presidenta esta temporada, Rosario García Mahamut, directora general de Política Interior, prefirió ayer quedar en segundo plano y dejar la palabra al CSD. Desde el mes de septiembre, esta comisión ha impuesto varias multas por actos racistas. La más reciente, de 6.000 euros, a un aficionado que en el Lleida-Ejido “emitió gritos racistas hacia un jugador del equipo visitante con un megáfono portátil”.
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A la cabeza de los que piden la mayor dureza posible se ha colocado Jaime Lissavetzky, quien asegura que “la Administración no puede cerrar los ojos y decir que son unos pocos”. El presidente del CSD pidió ayer “la mayor sanción posible” y entiende que con el protocolo de actuaciones contra el racismo y la xenofobia firmado en marzo del 2005 “se hubiera podido suspender el partido de no haber cesado los insultos, una vez agotados los diferentes avisos por megafonía”.
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La posibilidad de la suspensión la confirma el portavoz del Comité Nacional de Árbitros, José Ángel Jiménez, quien elogió la actuación del árbitro, Víctor Esquinas Torres, porque “supo agotar todos los medios para que el partido siguiera adelante. Demostró ser un veterano que conoce todos los entresijos y aplicó la regla 18, la del sentido común”, manifestó.
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José Luis Astiazarán, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, recordó que los clubs “están estudiando la fórmula legal para controlar la venta de entradas, cancelar el abono de los involucrados en acciones racistas e impedir su entrada”. El ex presidente de la Real Sociedad cree que queda por hacer una labor de concienciación muy importante, “porque los clubs no pueden controlar los cánticos de los aficionados”. Recordó también que en los últimos años los clubs han tomado medidas contra sus ultras.
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No es de la misma opinión Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, la ONG que lleva más años denunciando la xenofobia en los recintos deportivos. Para Ibarra, “el fútbol español está viviendo la mayor oleada de racismo de su historia y los clubs están demostrando escasa voluntad para erradicar el problema. Ya se ha acabado la etapa de los gestos simbólicos: el CSD tiene que utilizar a fondo la capacidad que otorga la ley para expulsar a los grupos racistas de los estadios y castigar a los clubs que los amparen con algo más que multas testimoniales de 6.000 euros”.
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