Los presidentes de Euskadi y de los Pirineos Atlánticos han emitido una declaración conjunta por la actual «crisis de las migraciones en tránsito» que este año se ha cobrado ya siete vidas en la muga, en la cual solicitan a la Unión Europea corredores para «garantizar la seguridad del paso» de estas personas, ya que aseguran el cierre de algunas fronteras «no disuade en ningún caso» la salida de sus países de origen. Asimismo, piden actuar con firmeza contra las mafias dedicadas al tráfico de seres humanos en la muga.

En el documento, firmado por el lehendakari Iñigo Urkullu y el presidente de la Mancomunidad del País Vasco Francés, Jean-René Etchegaray, expresan su «dolor y máxima inquietud ante los dramas mortales que han supuesto en los últimos meses la muerte de 7 personas en nuestra frontera», el último hace poco más de una semana ahogado en el río Bidasoa.

Situaciones que definen como «dramáticas» y por las que piden «una acción fuerte y coordinada de la Unión europea y de los Estados miembro, en materia humanitaria y de seguridad», a quienes piden que garanticen la seguridad del paso de migrantes en tránsito, ya que «el cierre aún en vigor de determinados puntos de paso no disuade en ningún caso la salida de esas personas».

También piden «intensificar los esfuerzos» para actuar contra las mafias que se aprovechan de la situación de estas personas y que llevan años actuando a ambos lados de la muga.

Los presidentes reafirman su «compromiso humanitario con el respeto de los derechos fundamentales de las personas que, por distintas razones, deciden abandonar su país de origen», y para ello aseguran que continuarán «actuando de manera voluntaria para un tratamiento digno y humano a las personas migrantes en tránsito y a las personas solicitantes de protección internacional».

Colaboración institucional
Así, Urkullu y Etchegaray han acordado crear un marco de colaboración institucional para «paliar el sufrimiento y los riesgos a los que se exponen estas personas» con diferentes iniciativas: Por un lado mantener un «diálogo permanente» para compartir y ofrecer una respuesta a los migrantes en tránsito, compartir asimismo datos e información sobre perfiles de las personas que utilizan los dispositivos de acogida disponibles en Irun y Baiona, e incorporar a la Mancomunidad vascofrancesa a la mesa interinstitucional de coordinación para la acogida urgente a personas migrantes en tránsito, en la que participan las administraciones vascas y Cruz Roja.