Un tercio de las inmigrantes trabaja como empleada del hogar en Navarra

El texto contempla un apartado específico para el sector doméstico, tradicionalmente desregularizado

Diario de Noticias, 27-02-2006

Pamplona. De las 24.707 personas afiliadas en navarra a la Seguridad Social, en todos sus regímenes, a 31 de diciembre de 2005, 3.588 eran empleados de hogar y 3.545 de ellas eran de origen extracomunitario. Casi en su totalidad son mujeres. Este colectivo cuenta ahora con una publicación de la Fundación Anafe, dependiente de Comisiones Obreras (CCOO), en la que se ofrece información sobre sus condiciones de trabajo.

Anafe ha editado 3.000 ejemplares de un díptico que ofrece información para las empleadas de hogar en el marco del convenio de incorporación laboral de inmigrantes cofinanciado por el Servicio Navarro de Empleo. El díptico pretende ser un instrumento útil para las empleadas del servicio doméstico y en el que se ofrece información sobre como debe ser el contrato para este trabajo, la cotización a la Seguridad Social, descansos semanales, salarios, pagas, etc.

Según Eduardo Jiménez caro, director de la Fundación Anafe, era necesaria una guía de este tipo porque “estamos ante un sector del mercado laboral con unas características especiales que lo diferencian de los trabajadores por cuenta ajena. De hecho, existe un régimen especial que las contempla. Es un sector tradicionalmente desregularizado en donde existe poca información de cuales son los derechos y obligaciones tanto del trabajador como del empleador”.

De las 24.707 personas afiliadas en navarra a la seguridad Social en todos sus regímenes a 31 de diciembre de 2005, 3.588 lo están en el apartado de empleadas de hogar. 3.545 son de origen extracomunitario y 43 de países de la Unión Europea, destacando las de origen portugués (25) y polaco (12). Por otra parte, en el proceso de normalización de trabajadores inmigrantes, casi cuatro de cada diez solicitudes se enmarcaron en el trabajo doméstico.

Estos dos datos dan buena cuenta de la relevancia de esta actividad, sobre todo desde el punto de vista del género: “Tenemos que tener en cuenta que dentro del colectivo de empleados del hogar, más del 90% de los que realizan estas tareas son mujeres”, señala Jiménez Caro, quien añade que si se tiene en cuenta que en Navarra hay 9.935 mujeres inmigrantes de alta en la seguridad Social (8.835 de origen extracomunitario), se deduce que una de cada tres trabajadoras inmigrantes desempeña labores de empleada de hogar en Navarra.

De las 3.545 empleadas de hogar extracomunitarias más de una tercera parte (1.526) son de Ecuador, 499 de Colombia, 280 de Bolivia y 190 de Perú. Tras las 2.395 suramericanas, el siguiente colectivo más numeroso es el de las mujeres procedentes de los países del Este de Europa: 178 ucranianas, 190 búlgaras y 158 de Rumanía.

El director de la Fundación Anafe explica que estos datos ponen de manifiesto que el 40% de las altas totales en la Seguridad Social dentro del mercado inmigrante corresponde a mujeres, lo que confirma “lo que hemos venido repitiendo sobre la creciente femenización del fenómeno migratorio”, algo que se hace aún más patenete a partir del 2000, con la llegada de personas procedentes de Latinoamérica, porque “se trata de proyectos migratorios de carácter familiar y con una mayor equiparación entre géneros, prácticamente al 50%”.

Esta misma circunstancia se reproduce entre los inmigrantes que proceden del Este europeo, mientras que entre los magrebíes y los procedentes del África subsahariana el procentaje de hombres es superior al 65%.

Eduardo Jiménez Caro resalta que Anafe ha constatado que la incorporación laboral de la mujer inmigrante “debe salvar no pocas dificultades. A las de género, falta de oportunidades y de promoción, peores condiciones salariales y de empleo, las mujeres que llegan a trabajar a nuestro país tienen que sumar las barreras sociales, culturales y lingüísticas, que dificultan los procesos de inserción”.