La plaza de San Juan de Irun se ha sumergido en un minuto de silencio para recordar al migrante de Costa de Marfil fallecido ayer en el río Bidasoa. En una concentración convocado por la red de acogida de Irun (Irungo harrera sarea), cerca de 300 personas se han reunido frente al Ayuntamiento para denunciar las «lamentables» políticas migratorias europeas. «Parece mentira que después de haber cruzado todo el desierto y el Atlántico, te mueras en Irun. Es una verdadera barbaridad», ha lamentado Josune Mendigutxia en nombre de la red de acogida. Las instituciones obligan a estas personas «a tomar decisiones peligrosas», como cruzar el río o seguir las vías del tren. Y, «pese a su discurso, en el que dicen que hay que dar una acogida más digna, siguen sin hacer absolutamente nada».

Frente a las centenares de personas que se han concentrado en la plaza San Juan, la red de acogida ha aclamado que «no podemos aceptar ninguna muerte como normal en el proceso migratorio», y han hecho referencia a las últimas declaraciones del Gobierno Vasco, en las que se pone en duda su trabajo, acusándoles de «mezclar churros con merinas. Pero sabemos lo que decimos. Hay perfiles de migrantes que no pueden hacer uso de nuestros recursos, como quienes por diferentes circuntancias llevan más de un año en el Estado. Además, no se les permite pasar más de tres días en estos centros», han explicado, convencidos de que esta normativa debe cambiar.

Además de la concentración de este domingo, para mañana lunes han convocado una cadena humana junto a los colectivos de Iparralde las 19.00 horas. Partirán con velas y luces de las dos orillas del Bidasoa desde el Puente de Santiago en memoria de las personas victimas de la frontera y las políticas migratorias europeas.