El mensaje no pudo ser más claro: “Ha llegado la hora de las medidas concretas”. Con estas palabras clausuró el ministro de Exteriores marroquí, Mohamed Benaísa, la Conferencia Euroafricana sobre Migración y Desarrollo de Rabat. Sin sorpresas de última hora y entre expresiones de satisfacción generalizada, la cumbre aprobó un plan de acción que incluye 60 medidas, entre ellas la creación de un comité de seguimiento que velará por su aplicación en los próximos dos años, hasta la celebración de una nueva conferencia. Sin embargo, solo el tiempo medirá el auténtico nivel de compromiso de los países firmantes.
El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se felicitó de que la cumbre haya alumbrado “una política nueva” de gestión conjunta de los flujos migratorios entre los países emisores, de tránsito y de destino, vinculada asimismo a la cooperación para el desarrollo. El propio Moratinos, sin embargo, dio la alerta: “Ahora nos queda lo más difícil, que el espíritu de Rabat permanezca cuando las realidades trágicas nos obliguen a tomar decisiones”. “No se nos juzgará por los compromisos, sino por los resultados”, apuntó igualmente el comisario europeo de Seguridad, Libertad y Justicia, Franco Frattini.
A la espera de ver sus efectos prácticos, la conferencia de Rabat sí habrá sido útil a sus principales impulsores, Marruecos y España, para reforzar sus respectivas posiciones ante los países del África subsahariana y la propia Unión Europea.

ACUERDOS DE READMISIÓN
El plan de acción compagina el fomento del desarrollo con la colaboración para gestionar la migración legal y un capítulo dedicado a la lucha contra la ilegal. En este destaca el compromiso para la “puesta en marcha, respetando la dignidad y los derechos fundamentales de las personas, de sistemas eficaces de readmisión entre el conjunto de los países implicados”. Los pactos, sin embargo, deberán negociarse bilateralmente. Y el propio anfitrión, Marruecos, dejaba claro ya el lunes que el acuerdo con la Unión Europea, que se negocia desde hace dos años, sigue encallado: “La UE no puede externalizar su acción descargándola en un país con el pretexto de que es el último atravesado antes de llegar a Europa”, afirmó el ministro delegado de Exteriores marroquí, Taieb Fasi – Fihri.
“Si se firman acuerdos entre todos los países, Marruecos dejará de sufrir este problema”, añadió. La negativa de Rabat a admitir la devolución de inmigrantes no marroquís frena también la plena aplicación del acuerdo con España, firmado en 1992.

DESPLIEGUE EN CANARIAS
Moratinos, por su parte, afirmó que “se ha superado la obsesión por los acuerdos de repatriación” y que a partir de ahora la readmisión “será solo un capítulo de los acuerdos de nueva generación”.
El dispositivo de control de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) en Canarias comenzará a desplegarse el 18 y el 19 de julio, según confirmó ayer Frattini.