Jesús Perea | Secretario de Estado de Migraciones
«Es injusto que los 'menas' estén condenados a la irregularidad cuando cumplen 18 años»
La reforma del Reglamento de Extranjería facilitará el acceso de estos jóvenes a un empleo, lo que supone «una oportunidad» para España
Diario Vasco, , 08-11-2021El Gobierno se ha propuesto acabar con el vacío legal al que se veían abocados los ‘menas’ que alcanzaban la mayoría de edad. La reforma del Reglamento de Extranjería aprobada el 19 de octubre evita que lleguen a la mayoría de edad sin documentación, lo que permite alejarlos de la marginalidad y conservar la inversión pública que se ha hecho en su formación. Esta semana, el secretario de Estado de Migraciones, Jesús Perea, se ha reunido con las instituciones vascas para presentar la nueva normativa, que entrará en vigor el 10 de noviembre.
- ¿Qué dificultades encuentran los menores extranjeros al alcanzar la mayoría de edad?
- Existe un limbo jurídico que les lleva a no poder trabajar o a tener una dificultad añadida para encontrar un empleo. Eso ocurre porque se les exigen requisitos que son muy difíciles de cumplir unos ingresos mensuales de 2.500 euros y un contrato de un año de duración. En el mercado laboral actual, para una persona joven y además extranjera, un empleo así es prácticamente una quimera y se les condena a la marginación social.
- ¿Qué cambia esta reforma?
- Sirve para habilitar las pasarelas para que esa situación no se produzca. Se flexibilizan los criterios para que, cuando un joven cumpla los 18 años, pueda tener la residencia y que se le habilite para trabajar de una manera mucho más sencilla. Muchos de estos chavales están protegidos por un sistema, pero al alcanzar la mayoría de edad hay un salto al vacío que les condena a la irregularidad. Las consecuencias son romper ese itinerario que la persona había hecho para insertarse en la sociedad y volver a la casilla de salida. Eso, aparte de ser una injusticia para esa persona, es un daño que la sociedad se hace a sí misma.
«Necesitamos la migración, pero debe ser regular, segura y ordenada»
responsabilidad
- Se calcula que unos 15.000 jóvenes podrán beneficiarse de esta reforma, 2.000 de ellos en Euskadi. ¿Destinarán más recursos para hacer frente a estas peticiones?
- La reforma incluye una disposición adicional en la que se potencia el uso de métodos telemáticos y se reducen los requisitos burocráticos. Además, estamos trabajando de forma coordinada con todas las oficinas de Extranjería para la puesta en marcha del reglamento. Queremos conseguir que la burocracia no sea un obstáculo.
- La norma nos equipara a otros países europeos.
- Hemos trabajado mirando a Italia, Francia y, especialmente, Alemania. Esta reforma no es una anomalía en nuestro entorno, lo que pasa es que hasta ahora eran pocos los menores no acompañados que pedían asilo en nuestro país. Ahora, en cambio, tenemos un colectivo importante en una situación de indefinición documental que les hace ser víctimas de marginación social y potenciales víctimas de tratas de seres humanos. Había que atajar esta situación.
- Hay partidos políticos que creen que la reforma provocará un ‘efecto llamada’.
- Historicamente los picos de crecimiento de llegadas por vía irregular no coinciden con cambios normativos. Tenemos que combatir a las mafias que trafican con seres humanos y que provocan dramas tan brutales como el de las rutas mortales en el océano. Nuestra responsabilidad y la de toda Europa es la de ofrecer vías de migración regular. Necesitamos la migración, pero debe ser regular, segura y ordenada.
«España es muy escuchada en la UE a la hora de hablar del desafío migratorio»
- ¿Cómo se pueden evitar los saltos a las vallas de Ceuta y Melilla?
- Debemos trabajar en el largo plazo, sobre todo con los países de origen y tránsito para prevenir las causas que mueven a las personas a encaminarse a esas rutas mortales. Por otro lado, se deben ofrecer vías seguras de entrada en países que necesitan mano de obra y que pueden ofrecer oportunidades. Es un proceso lento en el que hace falta altura de miras y que no sólo compete a España.
- En muchas ocasiones, España solo es la vía de entrada a Europa.
- La realidad es que somos frontera sur de un continente con un poderoso nivel de atracción sobre las personas migrantes y estamos en primera línea del desafío migratorio. España es un actor con una voz muy escuchada en Bruselas a la hora de hablar de este reto. Lo fundamental es la solidaridad y responsabilidad en nuestra condición de estado frontera.
Formación y empleabilidad
- El Estado se apoya en las comunidades autónomas para fomentar la inclusión de estos jóvenes.
- La primera herramienta para la inserción es la formación y me consta que las comunidades autónomas están trabajando con la vista puesta en los sectores con más empleabilidad. En Euskadi está la industria, en otras comunidades la agricultura, los servicios… Queremos que la política migratoria sea una palanca de cambio y ayude a la recuperación de la economía.
- También está el reto demográfico.
- Ese problema tiene muchas variables y la inmigración solo es una vía para abordarlo, pero sí creo que puede ayudar a revertir esa curva demográfica en determinados territorios. Hay oportunidades para nuestro país si sabemos hacer una apuesta por las políticas de inclusión.
- ¿Es la nuestra una sociedad de acogida?
- Creo que tenemos una sociedad solidaria en la que opera el recuerdo inmediato de lo que mucha población de origen extranjero ha hecho durante la pandemia. Además, hasta hace no mucho, fuimos un país de migrantes y eso ayuda a que tengamos una visión más abierta del fenómeno migratorio. Tengo una gran confianza en lo que somos como sociedad.
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