Minicréditos para frenar la inmigración

Los países africanos piden en la cumbre de Rabat más inversión europea

La Vanguardia, 11-07-2006

El Gobierno español lanzó ayer alternativas para consolidar el plan de acción que los 57 países que participan en la pionera conferencia euroafricana aprobarán hoy. Madrid destinará 30 millones de euros para infraestructuras y microcréditos.

Sarkozy propone que los inmigrantes envíen sus remesas sin pasar por intermediarios que cobran altas comisiones

CARLA FIBLARABAT

LOS MICROCRÉDITOS
Se trata de que los inmigrantes que quieran quedarse tengan recursos para sobrevivir en su país

CUMBRE PIONERA
Rabat reúne a 57 países africanos y europeos y a quince organizaciones internacionales

LA CRUDA REALIDAD
Miles de personas han dejado la vida en el estrecho de Gibraltar y en el Atlántico
Los microcréditos son la solución a la inmigración. Ésta es al menos la tesis que sostuvo ayer la delegación española, liderada por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que participa en la Conferencia Euroafricana sobre Migraciones y Desarrollo de Rabat, Moratinos anunció que España no sólo destinará 20 millones de euros para mejorar las infraestructuras (transportes, comunicaciones, energía y agua) de países africanos, sino que también lanzará uno fondo de microcréditos para crear una estructura regional financiera. Se trata de ayudar a los africanos para evitar que tengan que emprender el difícil camino hacia Europa. “España estaría dispuesta a liderar la constitución de este fondo y a aportar su amplia experiencia y una contribución sustancial que podría contar con un mínimo de 10 millones de euros como primera contribución”, expuso Moratinos.

Desde la secretaría de Estado de Cooperación se aseguró que existe un estudio en el que se analizan, teniendo en cuenta la población migratoria legal que existe en España, los intereses y la capacidad de gestión de los propios inmigrantes. El lanzamiento del proyecto de microcréditos topa, a juicio del Gobierno español, con el “escaso sistema bancario” de los países africanos. Algo que desde la Administración española se espera superar con la ayuda de socios de la Unión Europea, como Francia o Alemania, que secundan la iniciativa, y que por sus trayectorias históricas o sociales tienen una mayor capacidad para acceder a los países de origen.

El principal destinatario de los Fondos de Microcréditos será el Banco Africano de Desarrollo por su amplia red de oficinas comerciales, con la intención de que los países africanos vayan desarrollando sistemas financieron nacionales con capacidad para gestionar las transacciones internacionales y ocuparse del perfecto funcionamiento de los créditos.

El trabajo de codesarrollo de la fundación catalana Payesos Solidaris, creada en el año 2001, es el ejemplo que al Gobierno español le gustaría seguir en la aplicación de los microcréditos. Se trata de ayudar a los inmigrantes que prefieran intentar salir adelante en su país antes que tener que marchar a Europa.

La cumbre arrancó con grandes discursos, cargados de esperanza por haber logrado reunir a 57 países africanos y europeos, además de a 15 organizaciones internacionales como observadoras. Pero los participantes se acoplaron a la realidad sobre la difícil situación a la que se enfrentan ambos continentes cuando Cheij Tidiane Gadio, ministro de Asuntos Exteriores senegalés, recordó a las miles de personas que durante los últimos años han dejado su vida en el estrecho de Gibraltar y en el Atlántico, intentando alcanzar una vida digna en Europa.

Poco antes, Mohamed Benaissa, jefe de la diplomacia marroquí, pedía “respeto a la integridad de los inmigrantes”. Atrás queda la estrategia que empleó el reino marroquí en octubre del año pasado cuando abandonó a cientos de inmigrantes subsaharianos en el desierto del Sahara sin agua ni alimentos.

Conceptos como “responsabilidad compartida” volvieron a oírse en voz alta cuando los anfitriones del encuentro explicaron de nuevo su rechazo a firmar un acuerdo que desde hace meses persigue la Unión Europea para que Rabat acepte la readmisión de ciudadanos de terceros países que hayan emigrado a Europa desde sus costas.

La delegación francesa, con los ministros de Asuntos Exteriores e Interior, Philippe Douste-Blazy y Nicolas Sarkozy, a la cabeza, también propuso al resto de los países europeos una medida que el polémico ministro Sarkozy lanzó como una “idea revolucionaria”. Consiste en que los inmigrantes envíen sus remesas al país de origen sin pasar por intermediarios privados que les cobran hasta un 18% de intereses. Además, el Ejecutivo francés estudia la exoneración de impuestos de una parte del dinero enviado. “Las transferencias de fondos de los inmigrantes africanos a sus países de origen ascendió a 8,1 miles de millones de euros en el 2005 (…) pero sólo una ínfima parte se ha convertido en una inversión productiva”, explicó Sarkozy tras asegurar que ésa es la mejor “herramienta de desarrollo económico” para África.

Desde la delegación española, Leire Pajín, secretaria de Estado de Cooperación, explicó que España lleva año y medio trabajando para lograr acuerdos con entidades bancarias y cajas de ahorros que también permitan evitar los intermediarios para enviar dinero al país de origen. Según Pajín, los primeros países en los que empezaría a aplicarse este mecanismo serían Marruecos, Senegal y Ecuador.

Desde la Unión Europea ayer también se mostró la predisposición a enfrentarse a las crisis migratorias. Benita Ferrero Waldner, comisaria europea encargada de Relaciones Exteriores y Política de Vecindad, anunció que la Comisión Europea ha otorgado un paquete de ayudas a Mauritania por valor de 2,45 millones de euros para evitar la salida ilegal de inmigrantes desde sus costas hacia las islas Canarias.

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