Enviada especial a Rabat
«Hoy ha nacido un nuevo enfoque, una nueva política global en materia de inmigración». El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, considera que habrá un antes y un después de la conferencia euroafricana que se abrió ayer en Rabat. «Es hora de pasar a la acción».

En la jornada inaugural de la cumbre, las delegaciones de 27 Estados africanos y 30 europeos – además de 15 organizaciones internacionales – , sentaron las bases de una acción «concertada e integral» entre países de origen, tránsito y destino, para gestionar los flujos migratorios entre África y Europa. Hoy se aprobará la declaración política y un plan choque de medidas concretas que buscan el resultado práctico inmediato.

En su intervención de apertura, el jefe de la diplomacia española (que copreside la cumbre junto a su homólogo marroquí, Mohamed Benaissa), instó a los participantes a marcar un punto de inflexión en la forma de abordar el fenómeno migratorio. «El tiempo corre y no hay lugar para la indecisión», expuso, «la reflexión debe abrir paso al compromiso y a la acción. Ese debe ser el espíritu de Rabat», añadió.

Como parte de la aportación española a ese compromiso, Moratinos anunció una contribución extraordinaria de 20 millones de euros para un fondo de desarrollo de proyectos de infraestructuras de transporte, comunicaciones, energía y agua en África. Además, expresó la disposición de España a liderar la creación de un fondo de microcréditos con otros 10 millones de euros. «Facilitar la creación de pequeñas empresas con microcréditos a bajo interés en la mejor manera de anclar a la población», señaló.

Tras la primera ronda de intervenciones, Moratinos no dudó en calificar de «éxito» la Conferencia – propuesta por España hace nueve meses – , tanto por la nutrida asistencia como por las «perspectivas esperanzadoras» de las decisiones adoptadas.

Por su parte, el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, planteó la necesidad de que los países de tránsito y salida de inmigrantes irregulares refuercen el control sobre sus fronteras nacionales – con ayuda de la UE – y reclamó el cumplimiento de los acuerdos de readmisión, pese a reconocer que son «enormemente impopulares» en los países de origen. «Tenemos que acabar con la idea de que entrar en Europa de forma ilegal es tan efectivo como la vía legal», señaló.

Rubalcaba considera que el plan de acción que hoy va a aprobar la Conferencia ministerial euro – africana es un «buen programa de trabajo, que queremos que se desarrolle completamente y en todos sus términos» y reafirmó la voluntad de España de seguir colaborando porque «se requieren inversiones y recursos colosales».

El titular de Interior aprovechó la cumbre para mantener contactos bilaterales con sus homólogos de Marruecos, Mauritana y Senegal, los tres países con los que España colabora de forma directa para intentar frenar la inmigración irregular que parte de sus costas hacia Canarias.
Peticiones africanas

Los países africanos participantes en la Conferencia de Rabat asumen que sólo una acción conjunta en estrecha colaboración con Europa puede poner freno a la sangría de la inmigración irregular que les despoja de su población más joven y en demasiadas ocasiones acaba en tragedia. Pero su pobreza estructural les lleva a anteponer la necesidad de recibir ayuda como condición imprescindible para lograr el éxito a largo plazo. «Desarrollo» fue ayer la palabra clave en todas las intervenciones.