El vicepresidente primero del Gobierno local, Miguel Marín, aseguró ayer que la Ciudad Autónoma siempre ha defendido mantener una relación de colaboración con Marruecos pero no está de acuerdo con que «se le dé siempre un cheque en blanco cada vez que existan problemas», en relación al último intento de entrada de inmigrantes registrado en la valla fronteriza que separa Melilla del país vecino.

Cree Marín que esta relación de colaboración se debe producir entre los dos países «haya o no dinero», ya que «uno no puede estar constantemente dando». Y es que, según el vicepresidente primero, Marruecos recibe dinero del Gobierno español cada vez que hay un problema migratorio y, en este caso, percibirá 10,5 millones de euros en medios materiales para mejorar el control de sus fronteras y reforzar la lucha contra la inmigración irregular, uno de los principales temas a abordar durante la cumbre euroafricana que se celebra estos días en Rabat.

Ausencia en la cumbre

En cuanto a la ausencia de Melilla en esta cumbre, Marín aseguró que el mensaje que en ella se dé sobre el problema de la inmigración «no será del todo claro», ya que los únicos que pueden dar fe de la situación que se está viviendo en Ceuta y Melilla, ciudades más castigadas por la inmigración ilegal, son sus representantes políticos y «no estarán».

En este sentido, el vicepresidente primero preguntó al Gobierno central si los melillenses son «españoles de segunda» al no estar invitados a esta cumbre siendo los principales protagonistas, mientras que los representantes del Gobierno canario sí estarán presentes. Ante esta situación, exigió a la Administración central una respuesta, explicación que todavía están esperando desde que la Ciudad Autónoma enviara al Gobierno central una queja por no participar en la última cumbre bilateral hispano – marroquí celebrada en Sevilla.