Los rescatados por el Aita Mari desembarcan en Trapani

La tripulación del Aita Mari recibió finalmente autorización para arribar al puerto siciliano con el centenar de egipcios salvados el martes de una embarcación a la deriva

Diario Vasco, Aingeru Munguía, 25-10-2021

La embarcación Aita Mari se dirigía anoche al puerto siciliano de Trapani tras obtener autorización para desembarcar a los 105 migrantes egipcios rescatados en el mar el pasado martes entre Lampedusa y Malta. Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) confirmó la noticia a primera hora de la tarde tras haber recibido la autorización del centro de coordinación de Roma, horas después de que Malta le ordenara alejarse de sus costas. La tripulación guipuzcoana cumple de esta forma su misión humanitaria en su sexta expedición por el Mediterráneo y logra poner fin al infierno del grupo de personas, casi la totalidad de nacionalidad egipcia, que navegaba a la deriva huyendo del horror.

El buque rescató el pasado martes a 105 migrantes que se encontraban a bordo de un bote de madera a la deriva en la zona SAR de Malta. Tras seis días a la espera, recibió ayer la notificación del centro de coordinación de Roma de dirigirse al puerto de Trapani para proceder al desembarco de estas personas localizadas. La noticia fue recibida con escenas de júbilo y aplausos por parte de los rescatados.

Seis de ellos estaban contagiados de coronavirus, por lo que fueron aislados en la zona de proa del Aita Mari. La medida, al parecer, surtió efecto porque durante los últimos días no se registraron nuevos positivos que podrían haber complicar la situación en cubierta.

Las claves
Huir del horror «Algunos tienen marcas de latigazos en la espalda y otros, machetazos en las piernas»

Insolidaridad Salvamento Marítimo Humanitario: «Malta nos dio instrucciones para alejarnos de sus costas»

Tras el rescate Los rescatados, ocho de ellos menores, han estado seis días en cubierta, algunos enfermos

El Aita Mari tenía previsto llegar a Trapani, puerto al oeste de Sicilia, la pasada medianoche, aunque previsiblemente no será hasta la mañana de hoy cuando bajen a tierra. La tripulación señaló que durante los últimos días los rescatados, ocho de ellos menores, les han narrado en el barco «las torturas, extorsiones y malos tratos de los que fueron víctimas en Libia», algo apreciable a simple vista por las marcas que tienen algunos de ellos en sus cuerpos. «Latigazos en la espalda y señales de haber recibido machetazos en las piernas» son algunas de las huellas que exhiben estas personas, que no dudaron en subirse a una embarcación de madera para huir de Libia con rumbo desconocido.

«Por lo que sabemos, navegaron durante dos días y otros dos estuvieron a la deriva antes de ser rescatados», explicaron fuentes de Salvamento Marítimo Humanitario.

Desde que subieron al buque guipuzcoano, el pasado martes, han debido permanecer en la cubierta, algo a lo que obliga la normativa marítima, una situación que puede ser durísima desde la perspectiva de un europeo pero que una vez a salvo, con alimentos y ropa de abrigo, les parece casi ‘un lujo’ a los náufragos en comparación con lo que han dejado por fin atrás.

Durante los dos últimos días el tiempo había cambiado y las tormentas levantaron olas y lluvia en la zona. «Lo mejor para proteger a la gente que llevábamos era acercarse a la costa de Malta, pero nos dieron órdenes de alejarnos», afirmaron desde SMH. Malta no solo impidió que el Aita Mari desembarcara en un puerto a los rescatados, sino que les expulsó de sus aguas.

Los días iban pasando y nadie atendía las peticiones del Aita Mari para desembarcar. Tanto Malta como Italia rechazaron en dos ocasiones la posibilidad de utilizar alguno de sus puertos y remitieron a la tripulación «a las autoridades españolas». Pero tal y como establecen las normativas internacionales y europeas, «deben ser los países concernientes los que se tienen que poner de acuerdo para coordinar un puerto para estas personas», señalaba cuando partieron Iñigo Mijangos, presidente de SMH.

Buenas noticias de Roma
Tras casi un semana con los rescatados a bordo, la tripulación del Aita Mari no descartaba regresar a la base de Burriana (Castellón) si persistía la negativa de Malta e Italia a facilitarles un puerto. Ayer por la tarde, sin embargo, llegaba la buena noticia de que el centro de coordinación de Roma permitía utilizar el puerto siciliano de Trapani. El buque tenía previsto llegar a tierra la pasada medianoche y estimaba como probable que el desembarco no se produjera hasta la mañana de hoy lunes.

Salvamento Marítimo Humanitario quiso agradecer a instituciones, asociaciones, partidos políticos y particulares su «preocupación por el estado de las personas a bordo y sus expresiones de apoyo» durante su sexta expedición por el Mediterráneo, pero también denunció que «la política migratoria de la UE de contención y colaboración» con estados como Libia, es «cruel, inhumana e ilegal».

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