El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció durante la Conferencia Gubernamental Euro – Africana sobre Emigración y Desarrollo, que ayer dio comienzo en Rabat, la creación de un fondo de ayuda de 30 millones de euros para el continente africano, destinando 20 millones a diferentes proyectos en infraestructuras y 10 millones a microcréditos. Junto a la ayuda española, cabe destacar también el conjunto de medidas anunciadas por la Unión Europea y que, por un valor total de 2,5 millones de euros, persiguen ayudar a Mauritania a «controlar los flujos de inmigrantes clandestinos hacia las islas Canarias», según destacó Benita Ferrero – Waldner, Comisaria Europea de Acción Exterior. Francia, por su parte, ha anunciado también la concesión de importantes ayudas al microcrédito, programas de conversión de deuda, proyectos sociales y sanitarios, así como la introducción de ventajas fiscales para aquellos inmigrantes residentes en Europa que envíen dinero a sus países de origen.

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Reunión histórica.

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A pesar de la ausencia de Argelia, la presencia de 27 gobiernos africanos, 30 europeos y más de una veintena de representantes de diferentes organizaciones regionales e internacionales, ha hecho que muchos hayan calificado esta Conferencia de histórica, al ser la primera vez que los países de origen, de tránsito y destino de la inmigración irregular subsahariana se reúnen para buscar soluciones conjuntas a este fenómeno.

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El encuentro, en palabras del ministro de Exteriores galo, Philippe Douste – Blazy, «se caracteriza por estar imbuido de unos nuevos modos, con una predisposición de escucha, de diálogo y de intercambio, hasta ahora inexistentes». El drama de la incesante avalancha de inmigrantes que llegan a las costas europeas ha hecho surgir la conciencia de compartir un destino común. «Sólo un enfoque global podrá aportar resultados satisfactorios», continuó Douste – Blazy, quien apeló a la construcción del «espíritu de Rabat» como guía de cualquier acción futura en la materia.

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En la misma idea incidió el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para quien «se abre un nuevo modelo de aproximación a los problemas migratorios en el que todas sus dimensiones serán tratadas en pie de igualdad». El ministro español apostó por destacar la corresponsabilidad en cuanto a la gestión de la emigración entre europeos y africanos, abogando por un refuerzo en los elementos de regulación de los flujos legales, pero también en un más eficiente y decidido combate contra la inmigración irregular, al tiempo que se ponen las bases al desarrollo sostenible del conjunto del continente africano.

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Para hoy se espera la firma de una declaración política que contenga los principios que deben regular la acción conjunta y los compromisos a los que se adhieren los diferentes países para luchar contra el fenómeno de la inmigración ilegal. Según fuentes oficiales, esta declaración política irá acompañada de un plan de acción específico con más varias decenas de medidas concretas.