Los 105 migrantes que fueron rescatados ayer en aguas maltesas por el buque humanitario Aita Mari siguen sin poder pisar tierra. Según han denunciado los tripulantes del antiguo atunero guipuzcoano, ni Malta ni Italia les habilitan un puerto para el desembarco. «Tanto Malta como Italia han declinado cualquier responsabilidad en la operación marítima de rescate», denuncian.

El Aita Mari zarpó el pasado viernes por la tarde de Castellón con rumbo a Lampedusa en su sexta misión. Y la madrugada de ayer, sin haber alcanzado la proa el área de destino, los trece tripulantes recibieron la primera llamada de socorro en el Mediterráneo. Casi cuatro horas después, rescataron a 105 varones procedentes de Egipto salvo uno de Gambia.