Un libro y una exposición documentan el vértigo de las migraciones en la España del siglo XX

La Razón, 11-07-2006

Madrid – «Queríamos trabajadores y vinieron seres humanos». La frase del
escritor Max Frisch da una idea aproximada de cómo pudo resultar la
experiencia de aquella «generación huida» de españoles que salió del país
entre 1956 y 1973 rumbo a Europa central. Fueron casi tres millones de
emigrantes, a los que muchos historiadores agregan la cifra de otro millón
de españoles que se «escaparon» del país sin papeles. «Eran irregulares,
casi un 50 por ciento de los emigrantes que llegaron a Europa no tenían
contrato de trabajo», asegura María José Millán, la comisaria de la
exposición «De la España que emigra a la España que acoge», que se exhibe
hasta el 20 de agosto en el Círculo de Bellas Artes. «Este dato desmiente
el tópico tantas veces repetido de que todos salieron con trabajo y los
papeles en regla, pero no fue así», añade.
   La
exposición que hoy se inaugura en Madrid, organizada por la Fundación
Largo Caballero, con el patrocinio de Caja Duero, documenta desde un punto
de vista sociológico las migraciones en España durante el siglo XX. El
visitante se encuentra en las vitrinas fotografías históricas, contratos
de trabajadores, pasaportes, cartas de madres a hijos y objetos. Hay un
reloj y una lámpara minera de un obrero español en la siderurgia alemana,
una máquina de escribir de un emigrante que salió sin papeles y acabó de
periodista en este país y hasta unas botas destrozadas del uso. La artista
Pepa Rubio ha levantado un muro del que cuelgan los objetos que los
subsaharinos pierden al llegar a las playas españolas, mientras que
Fernando Clavería exhibe unas escaleras construidas con ramas y utilizadas
por los africanos para saltar las vallas de Melilla.
   Todos estos
elementos son la visualización de un libro de más de 600 páginas,
elaborado por una dócena de firmas y dirigido por Alicia Alted, en el que
se desmenuzan cifras, argumentos y referencias bibliográficas para
ilustrar el vértigo que ha supuesto el fenómeno migratorio en España en el
siglo XX, desde la salida de personas hacia América en busca de
oportunidad (cinco millones entre 1882 y 1935) hasta convertirse a
principios de los años noventa en un país receptor de inmigrantes.
   «Es fundamental conocer nuestro pasado para enfrentarse a nuestro presente
como país de acogida», explica Millán, rotunda al emitir otra sentencia:
«A los españoles nos trataron mal, sobre todo en Suiza y en Alemania,
donde vivieron en barracones y antiguos campos de concentración. En España
estamos haciendo ahora algo parecido», asevera.
   

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