Los 105 rescatados por el Aita Mari están «bien, aunque algunos débiles o con contusiones»
Se trata de 104 egipcios y un gambiano, con al menos ocho menores, a los que ya buscan un puerto para desembarcar en Malta
Diario Vasco, , 20-10-2021«Desgraciadamante, sabemos que vamos a rescatar a personas». Con este convencimiento, expresado por el presidente de Salvamento Marítimo Humanitario, Iñigo Mijangos, zarpó el Aita Mari el pasado viernes por la tarde de Castellón con rumbo a Lampedusa en su sexta misión. Y esta madrugada, los trece tripulantes del antiguo atunero guipuzcoano no habían llegado aún a su destino, cuando recibieron la primera llamada de socorro, que se ha saldado con el rescate de 105 personas, todos ellos varones. En un principio, se ha anunciado que dos de ellos eran menores, pero Mijangos asegura que «hay más. Hemos contado 8 seguros, pero hay algún adolescente más».
Lo importante es que los migrantes, todos egipcios salvo un gambiano que hace la traducción del árabe al inglés, «se encuentran bien. Les hemos hecho una primera evaluación médica, y algunos están débiles, otros con contusiones, pero nada grave». La prioridad ahora es «que recuperen fuerzas» con algo de alimentación, barritas energéticas y té; y llevarlos a puerto. «Solicitaremos poder desembarcarlos en Malta, porque el rescate ha sido en aguas maltesas, pero, presumiblemente como sucede siempre, Malta no reconocerá el rescate, dirá que es una simple interceptación de un bote de migrantes. Si sucede esto, haremos la petición a Italia». En estos momentos, el Aita Mari se encuentra «a 55 millas de Malta» y a unas «30-35 de Lampedusa», precisa Mijangos.
El rescate ha tenido lugar al sur de esta isla ubicada entre Sicilia, Túnez y Malta. Hacia esta zona de las Pelagias se dirigía el buque guipuzcoano, cuando «sobre las 3.30 horas de la madrugada escuchamos por radio el aviso de un pesquero que estaba avisando a Lampedusa que tenía a su costado un bote a la deriva, por lo que decidimos enfilar la proa hacia la posición facilitada».
Llegaron a las coordenadas facilitadas en la zona SAR (‘Search and rescue’) «sobre las seis de esta mañana». Lo comunicaron a las autoridades de Lampedusa, pero «al no recibir respuesta y ver gente tumbada en el bote, decidimos transferirlos al barco para poder atenderlos».
Mijangos explica que «al hablar todos árabe menos el de Gambia, que hace de traductor, la comunicación aún no ha sido del todo fluida». Han confirmado que la embarcación que los transportaba llevaba cuatro días en el Mediterráneo, dos de navegación y otros dos a la deriva. Por el tiempo transcurrido en alta mar, han deducido que el bote «haya partido con un 90% de probabilidad de Libia», en la «misma tanda» que los otros seis rescatados por el barco alemán Sea Watch 3 en 48 horas, con 412 personas a bordo.
El deseo ahora de los tripulantes de Salvamento Marítimo Humanitario es «trasladar a todas las personas a un puerto seguro». En el camino, no descartan tener que afrontar algún otro rescate. Sin embargo, Mijangos recuerda que, aunque el Aita Mari ha visto aumentada su capacidad de 120 a 150 personas (más 15 tripulantes) tras la remodelación realizada el pasado verano, «ya vamos algo saturados de gente».
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