«No ha sido un accidente fortuito. Ni una imprudencia. Es la consecuencia directa del cierre de fronteras racista que mantiene Francia y que obliga a los migrantes a buscarse alternativas, por peligrosas que nos parezcan, para entrar en el país y huir de la ‘caza al inmigrante’ que practica la Policía gala». El río Bidasoa, los montes, las vías del tren, autopistas… «No tendrían que recurrir a estas rutas donde se juegan la vida si la muga estuviera abierta también para ellos, como para cualquiera de nosotros o, al menos, existiesen pasos seguros».

Aún conmocionada por la noticia de tres nuevos migrantes fallecidos, aunque en esta ocasión haya sido ya en suelo francés y alejados de la frontera, Oihana Galardi, miembro de la red de acogida de Irun (Irungo Harrera Sarea), enmarca el trágico suceso en las mismas circunstancias que envolvieron las muertes en mayo y agosto de Yaya Karamoko y Abdoulaye Koulibaly, originarios de Costa de Marfil y Guinea Conakry, respectivamente, que perdieron la vida ahogados mientras intentaban cruzar el río Bidasoa. También la del presunto suicidio en abril del eritreo Tessfit en Irun, presumiblemente desesperado por no haber podido pasar la muga o haber sido expulsado del país vecino.

El cuarto suceso mortal conocido este año en el entorno de la frontera bidasotarra da fe, según Galardi, de que «los migrantes se ven forzados a ponderar los riesgos de manera diferente a como lo podemos hacer nosotros. Lo que a nosotros nos parece ilógico, como cruzar el río a nado o caminar de noche por las vías del tren, para ellos se convierte en una alternativa cuando se les cierran los pasos normales. Y más aún para personas que, como estas, llevan tiempo haciendo una ruta desde sus países de origen salpicada de situaciones en apariencia más peligrosas que las que se encuentran aquí».

«Para un migrante cualquier alternativa es válida si le cierran los pasos seguros»
Oihana Galardi, Irungo Harr. Sarea

Sobre la localización del suceso, en una vía de tren, la voluntaria afirma desconocer si se trata de una senda habitual para quienes logran cruzar la frontera y tratan de llegar a Baiona. Pero admite que, si así fuera, «no me extrañaría. Para una persona que no conoce la zona, y que tiene miedo de ser detenida por la Policía si la paran por la calle, una vía de tren puede ser entendida como la línea más directa hacia un destino y un camino por el que cree que es más difícil ser detectada. Con el añadido de que pueden pensar que si durante el trayecto pasa uno y les pilla cerca de una estación, quizás puedan cogerlo».

Galardi aclara, eso sí, que habla desde una perspectiva general, sin referirse al caso concreto de las cuatro personas arrolladas ayer, del que desconoce todos los detalles y las razones por las que se encontraban en ese lugar. De hecho, al cierre de esta edición seguían abiertas numerosas incógnitas, como la identidad de los fallecidos –se sospecha que los cuatro son de Argelia pero solo se ha confirmado la identidad de uno de ellos, argelino de 21 años–, o cuándo habían entrado en Francia, presumiblemente desde Irun.

Redes de contacto propias
«Hay que tener en cuenta que para estas personas cualquier alternativa es válida», añade Galardi sobre la presencia de estas personas en las vías. «De hecho, los controles que hay en el puente de Santiago suelen alumbrar con sus focos las vías del Topo que cruzan de Irun a Hendaia, lo que da a entender que no es inhabitual que puedan intentar cruzar por este medio», explica.

En todo caso, remarca que más allá de lo que puedan valorar los migrantes durante su camino, «una vía de tren no debería ser una opción por los riesgos que entraña, como tampoco lo es tratar de cruzar el río a nado, idea que nos esforzamos en quitar de la cabeza a quienes acuden a nosotros».

Ion Aranguren, compañero de Galardi en la red de acogida, admite que no es extraño ver a gente tratando de pasar la muga por las vías del tren, pero se le «hace rara» la posibilidad de que estuvieran siguiendo la senda ferroviaria desde la frontera. Más aún la idea de que estuvieran durmiendo o descansando sobre las vías.

«El domingo por la noche vi a una quincena de magrebíes en la zona de la frontera de Behobia»
Ion Aranguren, Irungo Harr. Sarea

No obstante, no descarta ninguna hipótesis. «Es posible que alguien les dijera que la vía del tren es una línea directa hasta Baiona, o que algún conocido hubiera seguido esa ruta anteriormente y estuvieran siguiendo su mismo camino, ya que para ellos la palabra de un ‘hermano’ va a misa», añade antes de apuntar que «por lo general, los magrebíes tienen sus propias redes de contacto», por lo que se le hace difícil conocer cuáles son los hábitos de estos migrantes. En Irungo Harrera Sarea «tratamos más con subsaharianos, que están más perdidos y para quienes somos más necesarios», recalca.

Desde el absoluto desconocimiento de la identidad de los fallecidos y del herido, y de cuándo pudieron haber traspasado la muga, Aranguren recuerda que «el domingo por la noche sí que había un grupo importante de magrebíes en la zona de la frontera de Behobia. En torno a una docena o quincena».

El fiscal de Baiona, Jérôme Bourrier, señaló ayer a este respecto que «es posible que hayan pasado la frontera este mismo día y hayan circulado por las vías del tren, pero no puedo ser categórico».

Acto de protesta hoy a las 18.30 en la estación de San Juan de Luz
Las asociaciones de apoyo a los inmigrantes del País Vasco francés han convocado para esta tarde un acto de protesta por la muerte ayer de tres personas que fueron arrolladas por un tren en Ciboure, mientras una cuarta también afectada por el suceso permanece ingresada en estado grave en el Hospital de Baiona. La cita es a las 18.30 en la estación ferroviaria de San Juan de Luz, cerca de donde ocurrió el fatal accidente. La concentración cuenta con el respaldo de las organizaciones que actúan en el lado sur del Bidasoa, como Irungo Harrera Sarea, dada la colaboración estrecha y permanente que mantienen las asociaciones de ambos lados de la muga para ofrecer información y asistencia humanitaria a las personas en tránsito.