Europa y África intentan acercar posturas sobre flujos migratorios
La cumbre euroafricana sobre migraciones y desarrollo comienza hoy en Rabat y concluirá con la firma de un plan de acción en el que, sin grandes pretensiones, se aunarán sensibilidades
La Vanguardia, 10-07-2006CARLA FIBLA – RABAT
Argelia, por cuya frontera accede a Marruecos de forma ilegal el 90% de los inmigrantes, no participa en la conferencia
- Últimos detalles sobre el consenso. Las delegaciones políticas y los expertos de los 57 países que durante dos días participarán en la Cumbre Euroafricana sobre Migraciones y Desarrollo (CEMD) se reunieron desde primera hora de ayer para que ninguna nota discordante pueda enturbiar el acuerdo logrado en las cinco reuniones de preparación del encuentro. Para España la cita es muy importante, debido a las sucesivas crisis migratorias: desde las avalanchas en Ceuta y Melilla del año pasado hasta las llegadas masivas de cayucos a Canarias.
Los países europeos, llamados “de recepción”, volvieron a discutir a puerta cerrada los intereses económicos y humanitarios que distancian a países del norte de Europa, como Alemania, de los que en el sur están enfrentándose al crecimiento de los flujos migratorios clandestinos, como España o Italia.
A pesar de que la conferencia fue anunciada el pasado octubre – tras la llamada crisis de las vallas de Ceuta y Melilla- por los ministros de Asuntos Exteriores español y marroquí para que los países de origen, tránsito y destino de las migraciones actuales expusieran sus puntos de vista y aportaran soluciones, los únicos países que acuden a Rabat con una representación importante son España y Francia. La delegación española está integrada por el titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos; el de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera. París ha enviado a cuatro ministros.
España viaja a Rabat con el objetivo de que África asuma que los flujos migratorios hacia Europa deben ser ordenados, ya que la llegada ilegal a las costas españolas conlleva efectos dramáticos, como son las numerosas muertes que se producen, además de la pérdida de capital humano en los países africanos.
Entre los países africanos, existe cohesión en el planteamiento del problema y posibles alternativas. Casi todos coinciden en que la inversión en origen es básica, aunque no todos se decantan ni por la ayuda económica europea a los inmigrantes cuando son repatriados ni por los contratos en origen. Éste es un aspecto en el que existe mucha desconfianza por parte de Europa.
Los 57 países y las 15 organizaciones internacionales que concentrarán sus esfuerzos en entender y acercarse a la migración regular e irregular hasta el martes han pactado un plan de acción, cerrado el pasado 5 de junio en Dakar (Senegal), que consta de cinco puntos: migración y desarrollo, migración legal, inmigración irregular, cooperación operacional policial y judicial y ayuda a las víctimas, financiación y seguimiento institucional.
El gran ausente de la cumbre es Argelia, por donde accede a Marruecos el 90% de los inmigrantes clandestinos. Argel alega que si se debate sobre inmigración africana, la conferencia debería haber sido organizada por la Unión Africana (UA). Paradójicamente, la UA sí que estará presente, como observadora, por lo que se cree que la postura argelina responde a la histórica enemistad con Marruecos debido al conflicto del Sahara Occidental.
No está previsto que en la cumbre se cierre un paquete económico para activar la estrategia euroafricana contra la inmigración clandestina. De hecho, según ha podido confirmar La Vanguardia a través de fuentes diplomáticas españolas, los 40 millones de euros que la Comisión Europea otorgó a Marruecos en diciembre del 2004 para el control de sus fronteras han sido de nuevo congelados por Bruselas. El incumplimiento de los plazos por Rabat, que no ha sido capaz de sacar a concurso la lista de material e infraestructuras que precisa para vigilar sus costas, es el principal motivo de la falta de colaboración.
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