Europa admite en Rabat que sólo se frena la inmigración con el desarrollo de África
El borrador de resolución final exige una «respuesta global y urgente» de los dos continentes afectados para acabar con la diáspora
La Verdad, 10-07-2006Las continuas oleadas de inmigración clandestina desde África a Europa sólo cesarán con el desarrollo sostenido del continente negro. Esa declaración será el eje principal de las conclusiones de la I Conferencia Ministerial Euroafricana sobre Migración y Desarrollo que ayer comenzó en Rabat y a la que asisten 57 países de las dos orillas del Mediterráneo.
El borrador de ese documento final de la mayor cumbre de la historia sobre movimientos humanos, que ayer empezaron a discutir los técnicos y en el que la delegación española juega un papel muy destacado, define la inmigración como «una vieja realidad» que en el momento actual «enriquece cultural, social y económicamente» a los dos continentes, siempre que se traten de flujos regulados. Pero también califica a las migraciones como «una fuente de profundos desequilibrios y dramas humanos».
Europa y África, según el borrador, se declaran preocupadas además por el hecho de que en muchas ocasiones estos movimientos descontrolados de población ataquen a la «dignidad de las personas, a la soberanía de los estados y a la estabilidad del tejido económico y social» tanto de las sociedades de acogida como de los países de origen de los inmigrantes.
Cualquier solución a esta diáspora, entienden los 57 países, debe pasar por una «visión global del proceso migratorio y, en particular, de los lazos indisociables entre desarrollo y migración». Todo ello, insisten, «con el objetivo de dar una respuesta global y urgente a la problemática de la inmigración entre el África subshariana y Europa, siempre sobre la base de un partenariado (asociación) entre los países de origen, de tránsito y de destino».
Los países africanos han presionado para poner el acento de este documento de trabajo en la sangría que la inmigraciones suponen para sus sociedades. El borrador recuerda que África «es un continente joven» en el que el 60% de la población tiene menos de 25 años pero en el que falta la «esperanza» económica y social.
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