60 países, un asunto común
La Razón, 10-07-2006Madrid – Los ministros de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos;
Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; y Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús
Caldera, participarán en la Conferencia Euroafricana que se celebrará en
la localidad marroquí de Rabat durante hoy y mañana. «Un gran éxito», en
palabras de miembros de la Diplomacia española, «porque hasta ahora nadie
se había planteado convocar una conferencia para que trabajen juntos los
países emisores, de tránsito y receptores de inmigración». Ministros y
representantes de 60 países de la Unión Europea y África, así como
organizaciones regionales e internacionales, discutirán y acercarán
posturas para buscar soluciones conjuntas a los problemas de desarrollo de
las economías africanas y a los flujos de inmigración irregular. Asimismo,
estudiarán el marco legal por el que deben regirse los movimientos
migratorios. La gran ausente en este Foro será Argelia, pese a que la
frontera argelino – marroquí es un punto clave de la ruta de los
subsaharianos que se dirigen a Ceuta y Melilla. Ha sido invitada, pero ha
decidido no acudir por un problema que tiene que ver con sus malas
relaciones con el país anfitrión. La pregunta es si España podía haber
elegido una nación diferente como compañera, pero lo cierto es que la
Conferencia se gestó a partir de un acuerdo entre el titular marroquí de
Exteriores y Moratinos. Por este motivo, Marruecos es el país anfitrión,
pero la iniciativa corresponde tanto a España como al Reino Alauí y cuenta
con el apoyo de Francia. La semana pasada tuvo lugar en París la primera
reunión trilateral, en la que han participado los directores de las
policías de Francia, Marruecos y España. Concluyó con el firme compromiso
de incrementar la colaboración policial operativa entre los tres países
contra las redes ilegales de inmigración. Ésta se intensificará mediante
los enlaces de las respectivas policías en los países africanos para
mejorar el control de las rutas de inmigración irregular. Estos encuentros
tendrán a partir de ahora una continuidad periódica. Los promotores de la
trilateral anunciaron su confianza en que se apruebe un plan de respuesta
global a la política migratoria entre el África subsahariana y Europa. Las
discusiones en Rabat también se centrarán en las maneras de organizar la
migración laboral en la región, poniendo el énfasis en el acceso a
mercados laborales para inmigrantes regulares en los países de la Unión
Europea. España considera este encuentro muy importante, dado que es la
primera vez que la Unión Europea y los países africanos se sientan para
analizar el fenómeno migratorio y consensuar soluciones. La idea de
celebrar esta cumbre ministerial surgió tras un encuentro que mantuvo
Moratinos en Rabat con su homólogo marroquí, Mohamed Benaissa, a raíz de
las avalanchas de inmigrantes subsaharianos que se cuelan a Europa a
través de Marruecos. El país magrebí se comprometió a potenciar los
controles en su frontera con España. Control de las fronteras. La
Conferencia concluirá mañana martes con la aprobación de una declaración
política y un paquete de medidas, que irán desde el control de las
fronteras en las que el paso de inmigrantes es mayor hasta la aplicación
de fórmulas de readmisión y retorno voluntario o el estudio de las rutas
migratorias, con la implicación de todos los países de tránsito. En este
sentido, se ha acusado a España de poner un precio de entre 200 y 300
euros al retorno de inmigrantes subsaharianos. En este sentido, fuentes de
Exteriores negaron que se esté poniendo un precio o dando un aliciente a
las repatriaciones, sino que se trata de otorgar un subsidio humanitario a
personas que están en una situación precaria y deben volver a sus
localidades de origen. Se plantearán, asimismo, programas que afecten a la
circulación de profesionales y estudiantes, proyectos para mejorar la
información que se ofrece a los africanos sobre las vías legales para
trabajar en Europa, y otros que ofrezcan ayuda al posible emigrante en su
país de origen para involucrarlo en el desarrollo de su patria. «El
objetivo no es vincular la ayuda oficial al desarrollo a la lucha contra
la inmigración, sino sentar las bases de una agenda de desarrollo para
África», añadieron las mismas fuentes.
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