Otros tres muertos en cayuco

Canarias 7, 08-07-2006


Las Palmas de Gran Canaria
El cayuco que arribó ayer a Tenerife trajo en su interior la peor noticia. Tres de sus 49 ocupantes con un raído pasaje a un futuro mejor no llegaron a pisar tierra y fallecieron en el intento tras seis días de travesía. La primera causa dictaminada por el forense ha sido la hipotermia.

Los voluntarios de la Cruz Roja sabían que antes o después pasaría. Llevan días mirando las malas condiciones del mar. «Cuando nos avisaron a las siete de la mañana nos supusimos que su estado no sería el más idóneo», narra Austin Taylor, coordinador del Equipo de Respuesta Inmediata para Emergencias en Tenerife. El mar revuelto provoca fallos en los motores y que las olas empapen a los inmigrantes acentuando los síntomas de la hipotermia.

La embarcación fue avistada por la zona de Las Galletas por un pescador que dio el aviso. Tras el rescate y debido al tráfico de ferrys, el remolcador de Salvamento Marítimo no pudo atracar inmediatamente en Los Cristianos. Por ello, y para no perder tiempo un médico y un enfermero de la Cruz Roja acudieron al cayuco de 20 metros de eslora. Fueron analizando el estado de cada uno de los inmigrantes descubriendo a tres fallecidos. Ya en el puerto se trasladaron a cinco personas al hospital al no recuperarse de su hipotermia y a un sexto con el tabique nasal roto, probablemente debido a una caída dentro de la embarcación provocada por el fuerte oleaje. En el cayuco también viajaban cuatro menores.

«Es frustrante encontrar que no hemos llegado a tiempo y que haya fallecidos», cuenta Taylor, «pero la hipotermia severa es muy grave, primero se entra en un estado de delirio, luego se produce la pérdida de consciencia y si no se llega a tiempo la muerte». La Cruz Roja proporciona a los inmigrantes que llegan té caliente con mucha azúcar «porque es una bebida que conocen», mantas térmicas y unos parches especiales, pero a veces no es suficiente y es necesario su traslado a un centro hospitalario.

Según explica Taylor, los inmigrantes se encuentran en estado de shock y no pudieron indicar de dónde provenían pero sí dijeron que había dos desaparecidos. «Pasan muchísimo miedo», afirma Taylor, «no saben nadar, están desorientados, el mar, la oscuridad, normalmente tardan un par de días en reaccionar».

Rescate

Desde la Subdelegación del Gobierno señalan que los inmigrantes provienen de Malí, Guinea y Senegal pero confirman su extrema debilidad y habrá que esperar para hablar con ellos. Además, indican que la Comisaría de Las Américas ha pedido a Cruz Roja una ambulancia cerca de sus instalaciones por si algún inmigrante sufre una recaída y necesite atención médica urgente.

A pesar del mal estado de la mar el tráfico de cayucos no cesa. Un barco mercante con bandera griega avistó a 300 millas al sur de las Islas a un cayuco de unos 30 metros de eslora con 112 inmigrantes. Inmediatamente dio el aviso y acudieron al rescate el remolcador de Salvamento Marítimo Punta Salinas y el buque hospital Esperanza del Mar. Finalmente fue este último quien los rescató del mar.

Según explican fuentes del Ministerio de Trabajo los 112 irregulares se encontraban en perfecto estado de salud y afirmaron a los miembros de la tripulación del Esperanza del Mar que llevaban una semana en el mar. Hoy llegará el buque hospital al puerto de la Luz, al muelle del Arsenal, sobre las 8 de la mañana.
Rescate de un periodista


Una patrulla de la Guardia Civil rescató ayer, a unas 35 millas de Nuadibú (Mauritania), a 41 inmigrantes y a un reportero de televisión que viajaban en un cayuco hacia Canarias.


Según informó la Televisión Canaria, el reportero de El MUNDO TV Fernando Quintela, que hacía un reportaje para el canal autonómico, pidió por la mañana auxilio a través de un teléfono satélite y él y los inmigrantes fueron rescatados a primera hora de la tarde. El reportero había partido anoche desde Mauritania junto al grupo de inmigrantes con el objetivo de completar un reportaje iniciado hace varias semanas desde el interior de África.
Rumí: «13.000 inmigrantes han llegado en 2006»


Semestre. La secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, cifró ayer en 13.000 las personas que han llegado de manera clandestina en cayucos a las costas canarias durante el primer semestre de 2006, una cifra que ha comenzado a descender en el mes de junio gracias a la cooperación con Mauritania.


Colaboración. Rumí afirma que «ahora nos enfrentamos a una nueva forma de clandestinidad y la estamos abordando» y destacó que con la colaboración de los países de origen se frena la llegada de inmigrantes clandestinos, como con Marruecos


Lucha. Rumí recordó que el Gobierno ya ha puesto en marcha los mecanismos de cooperación con Mauritania y establecido un dispositivo que incluye patrulleras mixtas para devolver los cayucos a origen y que se está «cerrando» la colaboración con Senegal.


Deficiencias. Amnistía Internacional dio a conocer los resultados de su misión de investigación realizada en Tenerife entre el 14 y el 16 de junio y concluyó que las condiciones de rescate, asistencia y acogida son en general buenas, pero afirmó su preocupación por la protección de los derechos humanos de los inmigrantes ante la falta de asistencia letrada individualizada y las grandes dificultades para lograr solicitar asilo.

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