España da 10,5 millones a Marruecos para evitar la llegada de inmigrantes

El Gobierno entregará a Rabat medios de detección de personas, vehículos y equipos de comunicaciones mientras Rumí defiende que la colaboración es «ejemplar»

Diario Sur, 08-07-2006

El Consejo de Ministros ha aprobado la concesión al Reino de Marruecos de una ayuda extraordinaria de 10,5 millones de euros para la mejora del control de su fronteras y el refuerzo de la lucha contra la inmigración ilegal. El motivo no es difícil imaginárselo: la ayuda se fundamenta en la necesidad de garantizar la seguridad y hacer frente a la crisis humanitaria derivada de la inmigración irregular evitando la entrada de inmigrantes ilegales en España desde territorio marroquí, ya sea a través de los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla, o desembarcando en las costas de las Islas Canarias, ha explicado el Ejecutivo de Zapatero. O dicho de otro modo: la presión migratoria obliga a España a «intensificar» la cooperación para que Marruecos pueda desarrollar una mejor vigilancia de sus fronteras.

Mediante el Real Decreto aprobado ayer por el Consejo de Ministros, se concede una ayuda directa al Reino de Marruecos consistente en la entrega de medios de detección de personas (tanto diurnos como nocturnos), vehículos, equipos de comunicaciones y equipamiento diverso (botas, anoraks, sacos de dormir, etcétera), por valor de 10.544.771 euros, para que Marruecos mejore el control de sus fronteras y luche de manera más eficaz contra la inmigración irregular. Esta ayuda se financiará con cargo a los presupuestos del Ministerio del Interior para el año 2006.

Gracias a esta ayuda el Reino de Marruecos podrá destinar los medios entregados a la lucha contra la inmigración irregular y la vigilancia de sus fronteras. El Grupo Permanente Hispano – Marroquí sobre Migraciones será el encargado del seguimiento de los fines de la ayuda concedida.

La decisión se dio a conocer pocas tiempo después de que la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, rechazara que Marruecos se esté relajando los controles de la inmigración ilegal en la frontera con España. A su juicio, la colaboración entre ambos Estados constituye un «modelo ejemplar para las relaciones con otros países» de origen de los inmigrantes, pero también para los países de la Unión Europea. «La colaboración entre España y Marruecos es un hecho y, gracias a ello, la presión migratoria que llegaba desde Marruecos» no existe ya y está contribuyendo además a controlar la inmigración a través de otros países, sentenció Rumí.

Se desplaza la presión

La secretaria de Estado dijo que los resultados de estas buenas relaciones se han plasmado en un desplazamiento de la presión migratoria, que ya no afecta a Ceuta de una manera tan intensa, porque las mafias buscan nuevos métodos para evitar los controles. No obstante, recalcó que la presión migratoria sigue siendo la misma y no ha aumentado.

En opinión de Rumí, las crisis migratorias en Ceuta y Melilla pusieron de manifiesto que «España no es el objetivo» de los inmigrantes ilegales, sino su «primera entrada, la frontera sur del continente europeo» y por ello la lucha contra esa inmigración clandestina debe abordarse desde el conjunto de la UE.

En la misma línea que la ayuda a Marruecos y como anticipación a la Conferencia euroafricana de Rabat del próximo lunes y martes sobre migración y desarrollo, el Consejo de Ministros ha aprobado la aportación de España de 27,98 millones de euros a la reposición extraordinaria de recursos del Fondo Africano de Desarrollo (FAfD) para la iniciativa de condonación de la deuda multilateral en el periodo 2006 – 2009.

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