El Gobierno aprobó un decreto por el que se concede una “subvención extraordinaria” a Marruecos de 10 millones y medio de euros en material para el control fronterizo de la inmigración. La ayuda se concretará en equipos de interceptación y detección de personas. La donación se produce en vísperas de la Primera Conferencia Ministerial Euroafricana sobre Inmigración y Desarrollo, que se celebrará en Rabat del 9 al 11 de julio.


La vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, explicó tras la reunión del Consejo de Ministros que la cooperación entre los dos países se guiará desde “el más escrupuloso respeto a la seguridad, la legalidad y los derechos humanos de los inmigrantes”.


Por otro lado, Amnistía Internacional se mostró “muy preocupada” por la falta de “respeto a los derechos elementales de los inmigrantes”.