Más de 246.000 personas de origen extranjero se encuentran empadronadas en Euskadi y representan el 11,1% del total de la población. Un bajo porcentaje comparado tanto con la media española (15,4%) como con otras comunidades autónomas como Islas Baleares y Cataluña (por encima del 20%) cuando se multiplican las crisis humanitarias de refugiados por los flujos de emigrantes procedentes de África y, en los últimos días de Afganistán. La irrupción de la pandemia de Covid-19 en el invierno de 2020 ha provocado un notable descenso de la llegada de nuevos inmigrantes al reducirse de los casi 20.000 en 2019 a los 4.777 empadronados durante los últimos 12 meses, según el informe que hoy ha hecho público Ikuspegi, el observatorio vasco de la inmigración.

El 51,7% de las personas procedentes del extranjeros son de origen latinoamericano y uno de cada cuatro personas de origen foráneo cuenta con la nacionalidad española.

Euskadi ha multiplicado por 6 el número de extranjeros residentes desde 2001 pero las consecuencias de la pandemia del Covid-19 han reducido a una cuarta parte las nuevas llegadas. Según los datos facilitados por Ikuspegi en su último informe, de los 19.732 ciudadanos extranjeros empadronados en el País Vasco entre 2019 y 2020 se ha pasado a 4.777 durante los últimos 12 meses de pandemia. El descenso de llegada de inmigrantes incluso ha provocado el descenso de los empadronados procedentes de Rumania (-472) a lo largo del año pasado.

La gran mayoría (51,7%) de los emigrantes proceden de países latinoamericanos y, por países, el grupo de nacionales más numerosos son los marroquíes con cerca de 29.000 personas. Porcentualmente, Álava es el Territorio Histórico con más presencia de personas extranjeras al alcanzar el 13% de la población (43.410) pero es Bizkaia quien en términos absolutos cuenta con mayor población de origen foráneo empadronado (121.737).

En los últimos años el aumento de la presencia de personas extranjeras ha permitido mantener un ligero crecimiento de la población (+114.000) desde 1998.