PAMPLONA. La desarticulación por efectivos de la Ertzaintza de un grupo organizado con quince integrantes a los que se acusa de ser los presuntos autores de más de 200 robos en viviendas de Vizcaya y Guipúzcoa, en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV), y de Cantabria y Asturias ha permitido imputarles un hecho de esta naturaleza registrado en Tiebas a mediados de junio.

Las pesquisas de la unidad de Investigación Criminal de este Cuerpo, que se remontan a finales de 2005 al detectar un centenar de denuncias de ciudadanos que habían sufrido robos en caseríos, chalets o adosados con una dinámica muy similar, han dado con el paradero de un grupo compuesto en su totalidad por ciudadanos magrebíes.

La operación de la Ertzaintza ha permitido imputar a estas personas la comisión de un robo en un chalet de una urbanización de Tiebas, ocurrido durante la noche del pasado 17 de junio. En este hecho, que es el único que por el momento se ha detectado en la Comunidad Foral, habría participado el presunto líder de la banda, un joven argelino de 29 años cuyo nombre responde las iniciales S.S., junto a otros dos compañeros.

En este caso, al igual que en todos los demás que forman parte del listado de denuncias tramitadas en Asturias, Cantabria y la CAV por Ertzaintza y Guardia Civil, estas tres personas alquilaron un turismo de gama media en una empresa de Bilbao (Vizcaya) para desplazarse hasta la vivienda elegida previamente como objetivo del robo.

VIGILAN SU OBJETIVO Después de dar algunas vueltas por las inmediaciones del chalet, y tras asegurarse que en su interior no estaban los propietarios, esperaban a que se echara la noche encima. Uno de los miembros de la banda se quedaba en el coche a una distancia prudencial mientras que sus dos acompañantes accedían a la casa forzando una ventana o la puerta del jardín.

Entre sus objetos preferidos estaban las joyas, el dinero, ordenadores portátiles, televisores de plasma, videoconsolas, perfumes y prendas de vestir de cuero.

Una vez guardaban todo en unas bolsas, lo introducían en el turismo y regresaban hasta un piso ubicado en Bilbao y que los investigadores consideran un especie de “refugio seguro” en el que almacenaban el botín del robo hasta que lo vendían, mediante un intermediario, en el mercado negro.

Como anécdota, la operación de la Ertzaintza ha permitido detectar un curioso método empleado por esta banda para evitar que las FSE les encontraran en un registro casual las joyas procedentes de los robos.

Así, las metían en unas medias a las que hacían un nudo y si observaban la presencia de vehículos patrulla o sospechaban que estaban siendo seguidos, decidían lanzar la prenda por la ventanilla del turismo.

Tras ser puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número Cinco de Getxo (Vizcaya), se ha decretado el ingreso en prisión de doce de los detenidos.