AMETS MARTÍNEZ DE HEREDITA| IKUSGUNE CONTRA LA LGTBIFOBIA
«El discurso de odio de las pintadas se convierte en agresiones físicas»
El Observatorio de la capital alavesa pide que la sociedad se involucre en «el rechazo a los ataques al colectivo, en privado o en las calles»
El Correo, , 17-08-2021Tres personas del colectivo LGTBI han sufrido agresiones en Álava en menos de un mes. Amets Martínez de Heredita (Vitoria, 1981) portavoz de Ikusgune, el Observatorio contra la LGTBIfobia de Vitoria, reclaman parar «una escalada de violencia» que, aunque ya tenía lugar, es ahora más visible.
–¿Cómo valoran la agresión a un joven el pasado jueves en las no-fiestas de Amurrio?
–Es la evidencia de que la LGTBIfobia está en todas partes, no sólo en ciudades grandes, también en localidades como Amurrio. Somos personas que encontramos hostilidad en distintos espacios, y uno de ellos es el festivo. Hay quienes quieren lanzar el mensaje de que ese espacio no nos pertenece a las personas LGTBIni a las mujeres y utilizan todo tipo de herramientas para agredirnos.
–¿Cala ese mensaje? ¿Hay un temor?
–Hay un cierto miedo e inquietud. El diagnóstico Desirak Plazara ya decía que hay personas LGTBIque no hacen vida pública para no exponerse a agresiones, como medida de supervivencia. Tenemos que hacer grandes esfuerzos y decir al colectivo que no están solos en la calle, que no hay que tener miedo. Son muchos años de lucha para conquistarla y tenemos claro que aquí hay un colectivo fuerte que va a responder a todo lo que nos ocurra.
– La concentración de repulsa de Amurrio fue numerosa. Este mes hubo otras dos en Vitoria. ¿Está más concienciada la sociedad?
–Estas agresiones son la LGTBIfobia más brutal que podemos conocer. Hay una parte de la sociedad que dice alto y claro que no lo va a permitir. Amurrio es un ejemplo de buenas prácticas y, en la penúltima agresión a una persona trans en Vitoria, se sumaron la Asociación de vecinos del Casco Viejo y los tasqueros de la Cuchillería. Frente a delitos de odio toda la sociedad queda interpelada a responder a esas agresiones.
Ataque en las no-fiestas
«La LGTBIfobia está en todas partes, tambiénen localidades como Amurrio»
Conmoción
«En A Coruña hubo pintadas y una paliza antes del asesinato de Samuel Luiz»
–En junio aparecieron pintadas homófobas en un mural de la ikastola Umandi de Vitoria. ¿Cada vez empiezan antes estos ataques?
–Cuando decimos que el discurso del odio es la antesala de la agresión física hablamos de esto. Antes de verano aparecieron estas pintadas que decían ‘maricón’, ‘transformers no’… y a las pocas semanas hubo una agresión a una mujer trans al grito de ‘maricón’, una violación, y otra paliza a un joven al mismo grito. Por eso es tan importante plantar cara al odio, ya sea en un debate, en las instituciones o en la cuadrilla con los amigos, para que no se cree ese caldo de cultivo. En A Coruña también hubo pintadas que decían ‘bujarras fuera’ y una paliza con porras antes del asesinato de Samuel Luiz. No son tonterías, estamos hablando de algo muy serio.
–¿Por dónde pasa la solución?
–Hay que tomar decisiones contundentes para frenar esta escalada de violencia. Habrá que hacer políticas que empoderen al colectivo en un momento en que se ha generado cierto miedo y reforzar herramientas como los observatorios locales, como Ikusgune, donde conocemos de cerca la realidad de estas personas y estamos cerca de ellas. La sociedad tiene que participar en las movilizaciones para enviar un mensaje de vuelta a los agresores, pero también deben hacerlo en privado. Hay que tener una actitud proactiva cuando vemos este tipo de discurso en grupos de Whatsapp, los puestos de trabajo, centros educativos… Atajar estos insultos y agresiones desde la raíz.
–Álava fue la provincia con más delitos de odio en 2020. ¿Han crecido o se denuncian más?
–Son ambas, estamos ante una escalada LGTBIfóbica. Llevamos más de 15 años recogiendo informaciones y denuncias y ahora tenemos muchas más en la ciudad. Quizás la puesta en marcha del Observatorio fuera un punto de inflexión. El informe del Ministerio del Interior también incluye racismo, xenofobia y demás delitos de odio. ¿Es Araba una provincia más odiadora? No, pero tiene herramientas para denunciar y hacer frente a lo que viene.
–Acompañan a las víctimas interpongan o no denuncia. ¿Temen posibles represalias?
–Hay temor a volver a vivir lo ocurrido, ponerte delante de tus agresores o ver cómo te hacen preguntas que no vienen al caso. Es un proceso desagradable y, al estar discriminado, el colectivo vive en la precariedad y a veces no tiene recursos para hacer frente a la denuncia. Además, a veces implica salir del armario ante su círculo más cercano. Cualquiera puede denunciar online en nuestra web o en el 633309653.
«El debate de la futura Ley trans ha generado más hostilidad»
Dos de las tres personas atacadas en el territorio en las últimas semanas eran mujeres transexuales. La primera fue golpeada en el Casco Viejo y, la segunda, violada.
–¿Ha contribuido el debate por la nueva Ley trans a estos ataques?
–Habrían ocurrido con o sin ella, pero la Ley trans ha generado un espacio de hostilidad, burla y desprecio hacia este colectivo y su lucha. Debe haber una Ley trans en los términos que trabajan estos colectivos. Tras un proceso participativo con el Ministerio deIgualdad, el texto de 30 páginas ha pasado a tener 3 y se han eliminado cuestiones básicas como los menores, los migrantes o el reconocimiento a las personas no binarias. Debe mejorarse en un periodo de enmiendas, es una deuda histórica con el colectivo.
–¿Es más difícil mostrarse tal y como se es en el ámbito rural?
–El ‘sexilio’ existe, pero también hay personas que dejan Vitoria para marcharse a ciudades más grandes. Podría parecer que hace años no había mujeres transexuales en la ciudad, pero lo que ocurría es que se marchaban.
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