Sólo un 14% de los inmigrantes llega a cursar Bachillerato

El Mundo, 07-07-2006

Los jóvenes extranjeros tienen una tasa de paro menor que la de los españoles, a diferencia de lo que ocurre en la UE, según un estudio ¿Se repetirán en España las escenas vividas en los suburbios de París, donde jóvenes inmigrantes incendiaban coches noche tras noche? ¿Están realmente integradas las nuevas generaciones? ¿Se encuentran abocados al conflicto social los extranjeros adolescentes?


El estudio Hijos de inmigrantes que se hacen adultos: marroquíes, dominicanos, peruanos – elaborado por los investigadores Andrés Tornos y Rosa Aparicio – despeja dudas, resuelve incógnitas y realiza una detallada radiografía de la segunda generación de inmigrantes en España, esa gran desconocida.


Las conclusiones son alentadoras y el informe da una de cal y otra de arena: los adolescentes inmigrantes abandonan antes los estudios que los españoles, pero, a su vez, han logrado una mejor educación que sus progenitores. Además, aunque tienen trabajos peor cualificados, presentan una tasa de paro menor que la de los jóvenes españoles, al contrario de lo que sucede en la mayoría de los países de la UE. Por tanto, por el momento no hay indicios de que en España esta segunda generación vaya a convertirse en una infraclase, asentada en guetos, que pueda poner en jaque al sistema.


El informe es el resultado de una encuesta realizada a 593 personas que residen en Madrid y Barcelona, descendientes de marroquíes, dominicanos y peruanos, y que han nacido en España.


Vayamos por partes. El estudio, presentado ayer en Madrid por la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, establece que a partir de los 19 años, los inmigrantes tienen una tasa de escolarización menor que los españoles.


Acceso a la Universidad


Otro dato a tener en cuenta es que tan sólo un 14,7% de los hijos de inmigrantes cursa bachillerato superior, un porcentaje que representa algo menos de la mitad que el de los estudiantes españoles, que ronda el 37%. Las diferencias son mayores si cabe cuando hablamos de la Universidad, ya que tan sólo un 13% de hijos de inmigrantes alcanza esos estudios, frente a un 39% de los españoles. Del informe se deduce que los inmigrantes prefieren o no les queda más remedio que optar por la formación profesional, a la que acude el 17,4%.


El estudio del Observatorio Permanente de la Inmigración también desvela las dificultades que presentan los alumnos extranjeros para sacar adelante sus estudios. De hecho, un amplio grupo (el 53%) continúa estudiando la ESO más allá de la edad reglamentaria (hasta 16 años). Además, el 12,6% de los hijos de los inmigrantes estudia y trabaja a la vez.


Por nacionalidades, el informe resalta que los dominicanos y peruanos que cursan el Bachillerato triplican en proporción a los marroquíes; por el contrario, los de origen magrebí casi duplican a los otros dos grupos en los estudios de formación profesional y son los que sufren más fracaso escolar.


El nivel educativo de los progenitores se convierte en estos casos en una pieza clave para predecir la trayectoria de los estudios. Así, los jóvenes peruanos tienden a continuar el Bachillerato y la Universidad, lo que coincide con que la mayoría de sus padres y madres han realizado la secundaria y algunos tienen estudios universitarios.


Sin embargo, el menor nivel de estudios de los marroquíes estaría justificado en que casi la mitad de sus progenitores no tiene ninguna preparación. Por tanto, la segunda generación magrebí ha rebasado con creces el nivel de educación de sus familiares.


¿Y tienen más dificultades las mujeres inmigrantes para acceder a los estudios? El informe desvela que, frente a los tópicos, las féminas superan en número a los varones, lo que supone un paso adelante con respecto a la primera generación en la que las mujeres todavía iban por detrás de los hombres en el nivel de estudios.


Especialmente llamativo es el caso de las mujeres marroquíes – que superan en tres puntos a los hombres – y representa una ruptura con respecto al rol tradicional asignado a la mujer en Marruecos. El informe concluye que los hijos de los inmigrantes se incorporan mucho más temprano que los españoles al mercado laboral y su tasa de paro es del 14,7% frente al 27% de los autóctonos.

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