Interior sitúa a Álava a la cabeza de los delitos de odio en el Estado

Marlaska se propone apartar a los menores de bandas y manadas tras la escalada de agresiones en España

El Correo, ALFONSO TORICES, 30-07-2021

Álava es la provincia que presenta una mayor tasa de delitos de odio por cada 100.000 habitantes en el conjunto de España, según el informe presentado ayer por el Ministerio del Interior relativo al año 2020. El porcentaje de ellos sube en el territorio al 13,48% y le siguen Melilla con 11,48% y Bizkaia con el 10,26%.

En cuanto a comunidades y al margen de Melilla que es ciudad autónoma, los peores datos se registran en el País Vasco, con una tasa de 9,95%, seguido de Navarra con un 7,71% y Ceuta con un 3,56%. En la misma comparecencia, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunció su propósito de apartar a los menores de bandas y manadas a raíz de la brutal agresión a un joven en Amorebieta, del asesinato de Samuel en La Coruña en un crimen homófobo y de las palizas perpetradas a inmigrantes, indigentes y personas del colectivo LGTBi . Interior va a dictar una instrucción para que los investigadores de delitos violentos cometidos por bandas o grupos juveniles organizados reflejen en sus atestados si hay indicios de acciones de odio en los hechos, pues muchas veces unos y otros van unidos. Además, pedirá a Instituciones Penitenciarias que todos los menores inmersos en estos casos reciban un tratamiento individualizado para tratar de rehabilitarlos y apartarlos de la disciplina del grupo.

Marlaska dio a conocer esta campaña en el balance presentado ayer sobre los delitos de odio contra determinados colectivos, una lacra oculta en España. Las amenazas, humillaciones, discriminaciones, palizas y demás actos violentos dirigidos contra extranjeros, negros y asiáticos, homosexuales y transexuales, mujeres, enfermos, gitanos o personas de otras ideologías que de cuando en cuando saltan a los medios de comunicación no son más que la punta del iceberg de una dramática y vergonzosa realidad de dimensiones nada desdeñables. Así lo revela un estudio realizado por Interior: nueve de cada diez víctimas españolas de delitos de odio (el 89,24%) no denuncian las vejaciones o agresiones sufridas. Solo con multiplicar por nueve los ataques por odio notificados tendríamos unos 15.000 delitos anuales, 13.500 de ellos ocultos.

Nadie o casi nadie habla de ello. Las víctimas, por miedo, vergüenza o desconfianza en la Policía. Los verdugos, en el 81% de los casos hombres, por mantener su tradicional impunidad. Pero lo cierto es que la escalada de estos delitos es imparable. Lo admite el propio ministro. «Desde hace años vivimos un incremento objetivo y constante de las conductas de odio. Una realidad ante la que Interior no va a permanecer impasible».

Por las restricciones
En 2020, el año del confinamiento y las grandes restricciones horarias y de movimientos, estos delitos registraron descensos en España (-18%) en línea con el resto de las formas de criminalidad. Una realidad «desvirtuada» por la menor interacción social obligada por la pandemia.

Pero fue solo un espejismo. En los primeros seis meses de este año, con la vuelta a la casi normalidad, los delitos de odio denunciados en España se incrementaron el 9,3% respecto a igual período de 2019.

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