La Delegación del Gobierno organizó ayer una visita para los medios informativos al perímetro fronterizo en la que los periodistas tuvieron como guía de excepción al teniente coronel de la Guardia Civil, Manuel Davo Soler. Éste comentó que si bien la sirga no es infranqueable para los inmigrantes «nos viene estupendamente para movilizar las reservas y contenerlos» y explicó que cuando antes se producía un salto «los inmigrantes se dispersaban en una longitud de 200 ó 300 metros y era más difícil de controlar; ahora los reducimos a 40 metros y nuestra actuación es más fácil».

Davo Soler prefirió no hacer comentario alguno sobre el último intento de entrada de inmigrantes dado que, dijo, está siendo investigado judicialmente y añadió que «ustedes tienen la prisa de la prensa y nosotros la calma de la investigación».

Davo Soler recordó que la valla irá con sensores que permitirán determinar cuándo se coloca algún objeto en la parte exterior, como las escaleras que utilizan los inmigrantes para intentar llegar a Melilla. Además, señaló que también habrá elementos «de disuasión» como flashes de luz y otros elementos disuasivos como vapor de agua con polvo de pimienta «totalmente inocuo pero muy molesto y quien lo reciba no necesitará ningún tratamiento».