La situación de los inmigrantes acampados en el Jardín Chino ha desatado una lucha más en el panorama político. La Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Murcia se enzarzaron ayer en un cruce de acusaciones sobre quién es el organismo competente para dar cobijo a los cien subsaharianos que duermen tirados en este parque de la ciudad, pero ninguno buscó una solución.

El primero en tirar la piedra en tejado ajeno fue el alcalde. Miguel Ángel Cámara, durante una rueda de prensa para anunciar la visita de Mariano Rajoy a Murcia, respondió a los periodistas que los programas de acogida a estos subsaharianos, trasladados en avión desde Canarias para descongestionar estas islas, no son competencia municipal, y señaló al Estado como último responsable de esta situación tercermundista.

Desde la Delegación del Gobierno no tardaron en dar la réplica. «Si mañana multan a un coche mal aparcado da igual que el conductor sea español o extranjero. Pues con esto igual: la responsabilidad sobre los parques y jardines de Murcia es competencia municipal», aseveraron fuentes de la Delegación. En un comunicado, el delegado, Ángel González, calificó las palabras de Cámara de «un intento de eludir responsabilidades y descargarlas sobre quien no tiene las competencias para actuar».

El organismo que dirige González destacó que «el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales ha habilitado un fondo de apoyo a la acogida e integración de Inmigrantes», y en virtud del cual «Murcia recibió 7,5 millones de euros el año pasado; cantidad que se ha incrementado a 11,1 millones en este ejercicio». Dicha cantidad ha sido distribuida por la Consejería de Trabajo entre los ayuntamientos, las ONG, los sindicatos y las patronales. La Delegación cree «por parte del Estadose está actuando con responsabilidad y sensibilidad».

Basilio Gómez, director general de Inmigración, apostilló que «nosotros hacemos la primera acogida por solidaridad, no porque sea nuestra responsabilidades, incluso les buscamos piso».

El Grupo Municipal del PSOE calificó de «cínicas» las manifestaciones efectuadas por Cámara. «Si el equipo de gobierno del PP se desentiende de los inmigrantes, en qué gasta el dinero que recibe del Ministerio de Trabajo», se cuestiona la oposición.