«Preferimos dormir en la calle a regresar a nuestro país»

La Verdad, 06-07-2006

«Queremos un sitio donde vivir», declaraba ayer uno de los sin papeles instalados en los márgenes del río Segura, muy cerca de la Delegación del Gobierno.

El grupo de inmigrantes que actualmente ocupa el Jardín Chino está compuesto por jóvenes, de origen subsahariano, con edades aproximadas entre 17 y 28 años. Muchos de ellos llevan ya casi nueve meses en España, desde que desembarcaron en cayuco en las costas de Fuerteventura hasta que, pasando por numerosas ciudades españolas, como Madrid, Barcelona o Jaén, llegaron a Murcia.

En su improvisado y céntrico campamento, estos inmigrantes han creado una microsociedad, en la que tienen hasta un jefe, que es quien duerme en la única tienda de campaña. que hay plantada en el poblado. Cuenta Ibrahim, el traductor del grupo, que el líder fue elegido entre todos los miembros del asentamiento por ser la persona a la que más se respeta. «Él se encarga de organizarnos cuando viene alguien a molestar», dice refiriéndose a otros grupos de inmigrantes que suelen pasarse por allí.

Cuando se les pregunta por la reacción de los vecinos, aseguran no tener contacto apenas con ellos, aunque sí cuentan que la tienda del jefe se la dio una residente de la zona.

Gran número de los inmigrantes que habitan en este asentamiento, ha pasado ya por organizaciones como Cáritas o Jesús Abandonado, donde les dicen que no pueden quedarse allí más de quince o veinte días. Transcurrido este tiempo, tienen que buscarse otro sitio donde vivir.

La mayoría de ellos espera quedarse en España, donde dicen estar mejor que en su país de origen, aún durmiendo en la calle, a la espera de los papeles o en el peor de los casos de la extradición.

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