Un cayuco con 104 inmigrantes a bordo, cinco de ellos menores de edad, fue interceptado en aguas del sur de la isla de La Gomera. Tres de sus ocupantes tuvieron que ser trasladados a un centro hospitalario. Por su parte, el Rey hizo un llamamiento a los nuevos miembros del cuerpo diplomático para que atiendan las necesidades de África y se impliquen en el «drama de la inmigración».

El cayuco, de 30 metros de eslora y 2 motores de 40 caballos arribó en la noche del martes al puerto de San Sebastián de la Gomera con 104 inmigrantes ilegales a bordo, de los que tres tuvieron que ser hospitalizados, según la Delegación del Gobierno.

La misma fuente preciso que los tres inmigrantes hospitalizados sufrían distintos traumatismos e hipotermia, y que todos los «sin papeles» eran varones.

Los inmigrantes, que fueron atendidos a su llegada por los servicios sanitarios instalados en el puerto, fueron traslados a un centro cedido por el ayuntamiento de la capital gomera en Vegaipala y se les tomó declaración.

«Uno de los inmigrantes aseguró a EFE que procedían de Guinea Bissau que llevaban nueve días navegando y que comían una sola vez al día.

Por otro lado, el Rey hizo ayer un llamamiento a los nuevos miembros del cuerpo diplomático para que atiendan las necesidades de África, el continente, dijo, «más pobre del planeta, el más castigado por las hambrunas, enfermedades, guerras, injusticias y desplazados».

Don Juan Carlos clausuró el curso académico de la Escuela Diplomática y entregó sus despachos a la última promoción de secretarios de embajada, compuesta por una treintena de funcionarios.

La ayuda como prioridad

El jefe del Estado pidió a los diplomáticos que dediquen «especial esmero» a las áreas prioritarias de la acción exterior española Europa, Iberoamérica, los vínculos trasatlánticos y el Mediterráneo; pero hizo una mención especial a los vecinos del sur.«El drama de los inmigrantes que llegan a nuestras costas en condiciones infrahumanas refleja la difícil situación de una región del mundo a la que, por responsabilidad, es prioritario prestar ayuda», señaló.

El Rey, que presidió el acto acompañado por la Reina, felicitó a los nuevos diplomáticos por su vocación de servicio y les animó a sentirse orgullosos por la tarea que les tocará desempeñar. «Sobre todo dijo por el alto honor que supone poder representar a una gran nación como España que en los últimos 30 años ha incrementado de forma sustancial su presencia en el mundo»