Los primeros ministros de Polonia, la República Checa, Eslovaquia y Eslovenia cerraron filas este viernes junto al jefe del Gobierno húngaro, el ultranacionalista Víktor Orbán, en su enfrentamiento con Bruselas.

«Tenemos mucha suerte de que en este semestre Eslovenia presida la UE y de que [el primer ministro] Janez Jansa esté al frente del Consejo de la Unión Europa », opinó Orbán al cierre de una cumbre el Liubliana entre esos cinco países.

La «yihad» de la UE

Orbán, que preside actualmente el grupo de Visegrado (formado por Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia), acusó a las instituciones europeas de ocuparse de «temas equivocados». «El Parlamento Europeo ha hecho una yihad del imperio del derecho y eso va en contra de la unidad europea», declaró Orbán en una rueda de prensa conjunta en Liubliana.

Orbán respondió así a la petición hecha el jueves por la Eurocámara para que la Comisión Europea rechace el acceso de Hungría a los 7.000 millones de euros que le corresponden del plan de recuperación económica hasta comprobar que el dinero no va a «contribuir activamente a la violación de los derechos fundamentales en Hungría».

La resolución fue aprobada con 459 votos a favor, 147 en contra y 58 abstenciones, entre ellas, las de los eurodiputados del PP español, a excepción de Esteban González Pons, que votó a favor con el resto de sus compañeros del Partido Popular Europeo. La propuesta se refiere a la nueva ley húngara que vincula la homosexualidad con la pedofilia y prohíbe hablar a los menores sobre identidad sexual en escuelas y medios de comunicación.

Jansa, gran aliado de Orbán y que también tiene frentes abiertos con la Unión Europea, lo apoyó este viernes y dijo que hay líderes en Europa Occidental que no interpretan bien los derechos fundamentales que exigen a Hungría.

Así, argumentó que entre los derechos fundamentales de la Unión Europea no solo está el de la no discriminación, sino también el de los Estados miembros a organizar la educación según sus propias creencias religiosas y culturales.

Detener la inmigración

Jansa, Orbán y sus homólogos de Polonia, Mateusz Morawiecki, la República Checa, Andrej Babis, y Eslovaquia, Eduard Heger, coincidieron también sobre los que consideran los «verdaderos» temas en los que la UE y la actual presidencia eslovena deberían concentrarse.

Entre esos, destacaron las nuevas olas de migración, especialmente desde Afganistán y el África Subsahariana, la seguridad de las fronteras de la UE y la ampliación hacia los países de los Balcanes occidentales.

Morawiecki destacó la necesidad de que estos cinco países «hablen en voz muy alta» contra la centralización en la UE, para «jugar un papel de iguales y no como miembros subyugados».