El delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, dijo ayer que no hay pruebas suficientes que determinen que el inmigrante que se encuentra hospitalizado en el Comarcal resultase herido con la sirga tridimensional. «Para nada hay que atribuirle a la sirga la lesión que se ha producido», señaló Chacón, quien recordó que antes de la sirga «había y hay» una valla de seis metros con elementos cortantes «que se están sustituyendo».

A preguntas de los periodistas, el delegado dijo que la investigación sobre la muerte de un inmigrante a este lado de la valla «sigue su curso» y añadió que «todavía no se ha terminado la autopsia». En todo caso, aseguró que «trabajamos con una hipótesis de trabajo muy seria» que pasa por que esta persona falleció como consecuencia de un disparo que no partió de la Guardia Civil.

Culpa de la sirga

Por su parte, el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, lamentó las muertes de los inmigrantes subsaharianos y manifestó que confiaba en que la sirga tridimensional no iba a provocar heridos, como se dijo desde el Ministerio del Interior, cuando una persona, según las primeras investigaciones, se encuentra en el hospital por las heridas causadas por esta instalación.

Imbroda criticó que el intento de entrada por la valla de Melilla y los cayucos de Canarias son consecuencia del proceso de regularización y aseguró que el Gobierno local no teme que se vuelvan a repetir las avalanchas ocurridas el pasado otoño si bien se apenó de que Melilla vuelva a ser noticia nacional «por un hecho luctuoso como éste». Así, recriminó a la Delegación del Gobierno la falta de comunicación con la Ciudad.

En parecidos términos se pronunció el presidente del PP, Arturo Esteban, quien preguntó públicamente «¿cuántos muertos hay que tener para que el Gobierno se dé cuenta de que debe ser más serio en la política de inmigración» que calificó como «atrofiada, obsesiva y muy poco eficaz». Al tiempo, anunció para este mes unas jornadas en las que se analizará el problema migratorio con dirigentes del PP canario.