Francia
Marine Le Pen se presenta como alternativa a Macron: "Nuestra victoria ideológica es total"
La líder de extrema derecha es reelegida al frente de su partido sin ninguna oposición
El Mundo, , 04-07-2021Frente a Emmanuel Macron, Marine Le Pen. Frente a “la globalización, la nación”. Porque las elecciones presidenciales de 2022 son “un combate de ideas; no, un concurso televisivo”. Y “la victoria ideológica es total, hasta el punto que la derecha nos roba las ideas”. Marine Le Pen ha sido elegida presidenta de Agrupación Nacional (RN) por cuarta vez y con el 98% de los votos de un congreso reunido en Perpiñán, clausurado con un discurso vibrante, rotundo y optimista, frente al desánimo por los resultados de los recientes comicios regionales, inferiores a las expectativas.
Frente a las dudas sobre la línea política, la confirmación de su camino hacia la moderación: “No volveremos atrás. No volveremos al Frente Nacional”. Es decir, la versión anterior del partido, la que presidió su padre, Jean Marie Le Pen, más ultra y menos populista.
Frente al complejo de Polidour, eterno segundón, su fe en sí misma. Sonriente, rubia, con la falda justo en la rodilla, chaquetón largo y amplio, blusa clara, un medallón colgando de una ligera cadena dorada, Le Pen lanzó su asalto al Elíseo desde Perpiñán, la ciudad más grande gobernada por la extrema derecha, cuyo alcalde es una ex pareja de la líder indiscutible, Louis Aliot. En el escenario, unas letras gigantes en el suelo: “Unirse por Francia” competían con un cartel de la candidata con el lema: “Una Francia unida y fuerte”. “Vamos a buscar la victoria”, clamó. Los asistentes corearon, entusiastas, “Marine, president”.
Frente a la abstención que privó de victorias al RN en las regionales, apelación al voto: “Los chalecos amarillos que se abstienen favorecen a Macron”. La argumentación dirigida a sus votantes que se quedaron en casa: “La indignación es sana en democracia pero no es suficiente. La abstención no es contestación sino evaporación”.
Como elemento regenerador de la política, Le Pen propuso dos viejas ideas: el cambio del sistema electoral, mayoritario a dos vueltas por un escrutinio proporcional a una vuelta. Y referéndum. El primero de los cuales será sobre “inmigración, toda la inmigración”. Si Le Pen llega al poder consultará a los franceses sobre “los menas, la expulsión inmediata del inmigrante que delinca, el recorte de la política de reunificación familiar etc”.
En definitiva, un voto que dé “legitimidad incontestable” a una política muy restrictiva frente a las instancias europeas, grupos políticos y activistas de ONG. El binomio inmigración/delincuencia es el primer motivo de preocupación de los franceses a la hora de decidir su voto. Lo saben bien Le Pen y Macron, que tiene el propósito de aprovechar el semestre de Presidencia francesa de la UE para restringir la libre circulación de los sin papeles.
Le Pen que perdió por goleada en la segunda vuelta de 2017 contra Macron, entre otras razones por defender la salida del euro en un debate desastroso, ya limó de su programa ese error. Lo que no implica que haya quitado la diana de la UE a la que ahora acusa incluso de asumir el pacto de Marraquech y deja caer palabras como “sumersión” migratoria. La UE es el “sometimiento a la globalización”.
En su análisis, 2022 será una elección sobre “valores, sobre civilizaciones”. Entre dos concepciones “excluyentes”: “Nacionalistas frente demócratas, dicen. Localistas frente a globalistas, de los que somos de alguna parte frente a los que no son de ningún sitio”, dijo usando los términos acuñados por David Goodhart, en su libro, ‘The road to Somewhere’, (Camino de alguna parte) sobre la ruptura entre los cosmopolitas y pueblerinos.
“Nos oponemos al multiculturalismo. Nunca pondremos una rodilla en tierra”, dijo la Le Pen cañera contra “Macron por la gestión calamitosa de la pandemia”. Todas estas apelaciones deben movilizar el voto que le faltó en las regionales y que debería acudir a las urnas en la primera vuelta. Para no espantar a los posibles votantes de la derecha clásica y que le voten en segunda vuelta está la proposición de un Gobierno de unidad nacional… si llega a presidenta.
Conviene poner en perspectiva lo del fracaso del RN en las regionales. Fueron una decepción, cierto. Sobre todo con relación a las expectativas de las encuestas. Y porque Marine Le Pen contaba con haber ganado una región para convertirla en escaparate de su aggiornamento político. Pero también quedó demostrado que el RN tiene un suelo consolidado. En un mal día, sumaron el 19% de los votos en la primera vuelta de las regionales, no tan lejos del 21,3% que obtuvo la propia Marine en la primera vuelta presidencial de 2017 aunque por detrás del 23,3% que apoyó la lista europea vencedora en 2019.
El entonces cabeza de cartel, Jordan Bardella, fue elegido ayer primer vicepresidente del RN. El joven de 25 años, se ha dado un castañazo en Isla de Francia pero es la mejor cara de la extrema derecha en los Platós de televisión. Y fiel a Marine como un can, dicen sus detractores. Asegurará la Presidencia provisional del RN desde septiembre cuando la candidata Le Pen se dedique en cuerpo y alma a la carrera presidencial.
“El porvenir no es lo que va a llegar sino lo que vamos a hacer que llegue”, clamó Marine Le Pen con confianza en sí misma. En el último sondeo, publicado el viernes (Elabe) recoge el 23/25% de sufragios frente a Macron que ha dado el estirón hasta el 29/31%. El tercero en discordia, Xavier Bertrand, se queda en un 14%, siendo el mejor candidato de la derecha clásica. La extrema izquierda está en el 10%. El resto, detrás. El mismo sondeo sobre una única hipótesis de segunda vuelta señala un 60 a 40 para Macron. En 2017, fue un 66 contra 34. Marine Le Pen progresa aunque no parece suficiente.
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