EIBAR. DV. Los patios de los colegios eibarreses estrenarán el próximo curso con nuevos colores gracias al trabajo que realizan en estos meses ocho mujeres. Se trata de participantes en el programa Auzolan que impulsa el Gobierno Vasco para la inserción laboral. Tras un mes de formación en un trabajo desconocido para la mayoría, inician cinco meses de trabajo en busca de la preparación que les permita incorporarse después al mercado de trabajo.

Espe Zabala es la encargada de impartir esta formación a estas ocho trabajadoras. «Te encuentras con un grupo de mujeres que no saben dibujar, no sabe pintar, no saben de colores… Hay alguna que ha tenido contacto con la pintura, pero en general no» explica la monitora. «Por eso, les hemos enseñado a mezclar los colores, a dibujar copiando, a sombrear… y todo muy rápido. Ellas lo han aprendido en un mes y en tan poco tiempo se ve un resultado muy bueno».

El programa Auzolan que organiza el Gobierno Vasco y en el que colaboran el Ayuntamiento y Langai en la selección de proyectos y personal, permite una contratación por un periodo de seis meses. Tras la formación teórica, llega la práctica. Frente a trabajos anteriores que habían tratado temas de jardinería o señalización, este año se ha optado por el pintado de murales en los colegios. «En todos los casos son dibujos con temas como la coeducación, la integración, la interculturalidad» explica Espe Zabala.

Primer acceso al trabajo

El trabajo comenzó con unas pruebas en unos muros situados junto a la casa de cultura Portalea y ahora se desarrollan en el patio del colegio Virgen de Arrate. «Luego iremos a la guardería de Urkizu y después al resto de los colegios» señala la monitora.

El principal objetivo de este programa es ofrecer un primer acceso al mercado de trabajo. Junto a una formación en un terreno concreto, se trata de incidir en el trabajo en grupo. Así, integración y formación se aúnan en un plan que en esta edición, la sexta en Eibar, se llena de color.

El primer trabajo afronta ya su parte final y ya se pueden ver aizkolaris, familias, enanitos y otros motivos, con lemas educativos en diferentes lenguas. Con los primeros resultados a la vista, Espe Zabala remarca que «para ellas es muy gratificante porque te enfrentas a una pared, crees que no eres capaz de hacerlo y sin embargo, te das cuenta de que, con tu pequeña aportación, el trabajo en equipo se convierte en un logro personal de cada una».

El verdadero reto vendrá a la finalización de este contrato de seis meses. Encontrar un trabajo no es sencillo pero tampoco es un campo cerrado. «Desde los ayuntamientos se suele ofertar la decoración de paredes ciegas» indica la monitora. «Por eso, con una idea y un proyecto, un equipo puede optar a realizar un trabajo de este tipo».

Experiencias diversas

Entre las mujeres participantes las hay con experiencias, orígenes y situaciones diversas. Su vínculo es la dificultad para el acceso a un puesto de trabajo. Una de ellas es Kabira Samadi, que reconoce que «es la primera vez que hago un trabajo de este tipo y me he encontrado a gusto, bien con las compañeras». A pesar de no haber trabajado anteriormente al margen de las labores domésticas, reconoce que «trabajar en grupo está bien, por eso me gustaría que hubiera algún trabajo tan bueno como éste».

Sin embargo, este proyecto de Auzolan no es el único que se desarrolla en Eibar. Otro grupo de 8 personas, con 2 mujeres y 6 hombres, se dedica a la limpieza de caminos. Actualmente, desarrollan este trabajo en barrios rurales, después de una primera fase de aprendizaje. A ellos corresponderá la limpieza de caminos en Arrate, para las fechas próximas a las fiestas de este Santuario. Familiarizarse con el funcionamiento de las herramientas que se usan en este tipo de valores les deberá servir para acceder a este tipo de trabajo, en un proyecto que, sin tanto color, comparte los objetivos de formación e integración. Estas labores ya han sido fomentadas en ediciones anteriores del programa en Eibar.

Dinamización de grupos

Mientras estos grupos desarrollan su trabajo, para el próximo año se contará con un Auzolan totalmente diferente. Se trata de una iniciativa para la dinamización de grupos de mujeres. Mediante este programa se tratará de formar a mujeres para la puesta en marcha de grupos de mujeres en ámbitos en los que no los haya, y dinamizar el trabajo de los que ya existan.

El proyecto ha sido propuesto desde el Ayuntamiento de Eibar y ha sido ya aprobado por el Gobierno Vasco por lo que será la próxima experiencia de Auzolan en la ciudad. Este tipo de trabajo se desmarca de iniciativas anteriores desarrolladas mediante el trabajo en Auzolan. Estos proyectos se ponen en marcha cada año mediante las solicitudes que recibe la administración autonómica.

Una vez aprobados, los proyectos afrontan diferentes ámbitos, pero mantienen una mecánica común. La formación teórica y la realización de un trabajo práctico posteriormente permite que se puedan adquirir los conocimientos necesarios en unos oficios que pueden ser una alternativa de futuro.