Dice que hacerlo de cerca puede causar heridas – Abre una investigación para esclarecer la muerte de uno de los asaltantes de la verja El defensor del Pueblo, Enrique Múgica, ha reclamado que se elaboren unas normas reguladoras de los disparos de pelotas de goma desde corta distancia por parte de los agentes de la Guardia Civil contra los inmigrantes que intentan entrar de manera ilegal en Melilla, saltando la valla de seis metros de altura que sirve como frontera entre esa ciudad española y Marruecos.

Múgica alega que «comprende la necesidad de establecer métodos de contención eficaces frente a quienes pretenden acceder de manera irregular» al territorio español, según indica en la Memoria anual de esa institución correspondiente al año 2005. Pero también afirma que le «preocupa» el empleo de fusiles de pelotas de goma y recuerda «la necesidad de que dichos métodos sean respetuosos con los Derechos Humanos y con el ordenamiento jurídico español».

Durante el asalto del lunes, en el que fallecieron tres inmigrantes, la Guardia Civil repelió a los subsaharianos con material antidisturbios y reglamentario, como pelotas de goma, según informó el delegado del Gobierno en Melilla, José Fernández Chacón. Sin embargo, las Fuerzas marroquíes sí que emplearon armas de fuego y dispararon contra los inmigrantes. El Defensor ha abierto una investigación, por propia iniciativa, en relación con la muerte del subsahariano que falleció en territorio español cuando intentaba saltar la valla fronteriza y cayó al suelo.

En la Memoria de 2005, entregada la semana pasada al presidente del Congreso de los Diputados, Múgica explica que disparar las pelotas de goma desde una distancia muy corta – la anchura máxima entre las dos vallas construidas como frontera es de cuatro metros – es contrario a las normas técnicas que existen para su utilización.

Recibir un impacto directo a tan corta distancia podría causar lesiones graves, indica el Defensor. También ha expresado su preocupación por que se puedan disparar pelotas de goma contra personas que estén en lo alto de la valla porque, además de las lesiones que pudieran sufrir por el impacto, podrían perder el equilibrio y caer al suelo, lo que «comporta evidentes riesgos para la vida y la integridad física», añade.

Tras los incidentes ocurridos el año pasado, la adjunta primera al Defensor del Pueblo, María Luisa Cava de Llano, visitó esa zona y elaboró un informe que presentó en el Congreso de los Diputados. En él destacó que los agentes no disponen de unos «criterios claros para el empleo adecuado de estos medios de contención, por lo que resulta necesario un protocolo de intervención adaptado a la estructura del perímetro fronterizo».